Lo de la crispación y el enfrentamiento en la política “general” no se corresponde casi nunca con la realidad en los lugares más apartados del foco mediático, donde es frecuente que las fuerzas políticas lleguen a acuerdos. Es, desde luego, más habitual de lo que pudiera parecer. El último ejemplo, el apoyo a una propuesta del BNG en O Hórreo sobre el monasterio de Monfero. Buena noticia; ahora, manos a la obra.