Los cedros de la plaza de Amboage han ido de-sapareciendo, las palmeras se ven atacadas por el picudo rojo y perdido su encanto...por eso destacar que el metrosidero de Pontedeume parece revivir es una buena noticia. Los árboles urbanos sufren continuamente y todo trabajo para intentar recuperarlos es poco, porque nunca hay arboleda suficiente en una ciudad, y forman un pulmón verde en plena urbe.