A vueltas con la convocatoria de Yeremay con la selección española sub-21, surge el dilema de siempre. ¿A quién se le ocurriría jugar los lunes? Menos público, el que no puede ir está saliendo de trabajar y tampoco lo puede ver por la tv, los niños tienen colegio al día siguiente... Y, por encima de todo, jugadores como el deportivista se pueden perder un partido, mientras el resto han jugado sus encuentros sin problema. Vaya...