Ser previsibles es algo que siempre es bueno. Pero el compromiso a largo plazo hay que tenerlo muy claro. Comprar entradas para dentro de dos años es tener las ideas muy claras. Algunos ni siquiera saben lo que van a comer el día siguiente, como para saber si un día aleatorio del año 2026 a las nueve de la noche va a estar libre para desgañitarse cantando con su artista favorito.