Los proyectos educativos que se realizan en los centros escolares son fundamentales para crear conciencia entre los más pequeños sobre muchos aspectos de la vida. Fomentar el cuidado y el respeto al medioambiente, así como concienciar al alumnado sobre la importancia de la ecología, son algunos de los objetivos que persigue “Plantando árboles con pinceles”, un programa impulsado por la Obra Social de Abanca (Afundación) en el que participan 29 centros de la Comunidad y que recaló recientemente en las instalaciones del CEIP A Gándara de Narón.

En él, los estudiantes de sexto de Primaria diseñaron una composición relacionada con la reforestación para plasmar, posteriormente, en el muro del colegio. La colorearon con la colaboración de la Asociación Vella Escola, empleando pinturas catalíticas, un tipo de pigmento que puede absorber los gases contaminantes de la zona. 

La meta es conseguir la creación de espacios escolares ecológicamente más depurados al mismo tiempo que se acerca al estudiantado un mensaje positivo sobre el cuidado del entorno a través de actividades lúdicas, que son, tal y como apuntan desde el centro, las que mejor calan entre los más pequeños. “A los niños les encanta. Siempre responden muy bien a este tipo de iniciativas. De hecho, coincide que ahora también tenemos otro proyecto, en colaboración con Naturgy, relacionado con las energías renovables”, explica la docente Anilda Vidal.

Por su parte, los jóvenes de quinto de Primaria participaron en otro taller, en el que diseñaron y crearon bolsas de tela con materiales reciclados, dibujadas también con pinturas catalíticas.

Energías Renovables

El CEIP A Gándara alberga asimismo –en esta ocasión participan todos los cursos de Primaria– varios talleres impulsados, en este caso, por Naturgy. 

En ellos, los escolares se familiarizan con términos como la biomasa. “Se les explican, por ejemplo, los métodos que se llevan a cabo en las granjas para conseguir darle otro uso a los residuos que se generan”, apunta Vidal, que hace hincapié en la poca conexión que tienen los niños con el medio rural. “Todo esto es algo que les llama mucho la atención. Aunque algunos sí reconocen algunas prácticas como la creación del compost, porque la hacen sus abuelos, otros parece que tienen menos contacto”.