La sombra cotizaba al alza este domingo en la Festa do Pan de Neda. Casi tanto como los bollos, las empanadas y las bicas que no dejaron de despacharse en todo el día en los puestos de Santa Rita, La Gallega, Modesto Hermida, Panificadora Germán y Packy.
Con medio centenar de casetas de artesanía y gastromía que completaban la oferta, desde media mañana ya empezó a formarse la cola para acceder a la carpa en la que se pudo disfrutar, desde las 14.30 horas, de la comida popular para la que se superaron los 600 tiques vendidos. Langostinos a la plancha, empanada y jamón asado figuraban en en el suculento menú.
La música de Los Zares, como manda la tradición, amenizó la hora del vermú, cediendo después el escenario a Encrucillada y O sonoro maxín. Además, se celebró también un taller de elaboración de pan para el público infantil que buscó acercar a los más pequeños los entresijos de un oficio que da sentido a esta fiesta de Interés Turístico de Galicia que cumplía 34 años desde que los vecinos de Albarón comenzaron a hacerla en 1989.
Pero antes, pasada la una de la tarde, la vicerrectora del Campus Industrial de Ferrol, Ana Ares, se ponía delante del micrófono para dar su pregón. La nedense, visiblemente emocionada por estar además arropada por su familia y amigos, comenzó alabando esta tierra de “pan e muíños” y una “tradición que nos une”.
“Para unha persoa nacida na recta da Mourela, onde se concentra o maior número de panadarías do concello, é unha honra estar aquí”, siguió diciendo, antes de ahondar en la patria que para todos supone la infancia: “Desde nena, recordo espertar co cheiro das empanadas e o pan do forno de Bazón, pois a casa dos meus pais, Manolo e Marina, está separada del soamente por unha rampa”, recordó.
Enumeró también decenas de panaderías, como J. Castro Hermanos y Viuda de A. Romero —que también colaboran con la cita— y otras ya desaparecidas, dándole un gran valor “ao labor incansable de todas as persoas que traballan nos fornos, erguéndose moi cedo e traballando duro, colocando ao noso concello no mapa galego”.
Entre relatos infantiles de amistad, paseos en bicicleta hasta A Fervenza y juegos con muñecas, Ares presumió de saber si el pan que le ponen en un restaurante es o no de Neda “polo seu sabor inconfundible”, y sentenció que “estas festas non son só unha homenaxe, senón unha celebración da nosa identidade, das nosas raíces, dos nosos costumes e da nosa xente. Porque aquí, o pan é moito máis que alimento, é símbolo de vida, de comunidade e de esforzo compartido”.
El jurado de la quinta edición del concurso de empanadas no lo tuvo nada fácil y su fallo se hizo esperar para escoger las tres mejores elaboraciones de las diez que se presentaban al certamen. Finalmente, tras la intervención de la pregonera, recogieron sus premios en el escenario Diego Ezquerro, que se alzó con el primero con una receta de lomo de cerdo criado con castañas; María del Carmen Sixto, que quedó segunda con su creación a base de parrochitas, e Inés Cortés, quien cerró el podio con una de bonito. Se llevaron 200, 150 y 100 euros respectivamente.