Por la comarca pasan dos importantes rutas de peregrinación que permiten a sus caminantes, más allá de la experiencia espiritual, descubrir la belleza de su paisaje y su riqueza natural. Hablamos, por una parte, del Camino a San Andrés de Teixido y, por otra, del Camino Inglés a Santiago de Compostela.

En ambas la naronesa Xuvia tiene un papel más que reseñable, siendo el Monasterio de San Martiño (O Couto) el punto de partida del Camiño Vello a la aldea cedeiresa y el paseo marítimo el lugar en donde se encuentra el hito del kilómetro 100 en la ruta hacia la tumba del Apóstol.

En la travesía a San Andrés tiene también protagonismo la estación de ferrocarril de Neda, lugar desde donde grupos de peregrinos iniciaban a pie su recorrido, sobre todo en los meses de julio y agosto, por la carretera de Santa Lucía que une Xuvia y la playa valdoviñesa de A Frouxeira.

Y es que como se recuerda, el Camino a San Andrés de Teixido –una de las rutas  más antiguas de Europa–, “no es uno, sino muchos”.

Leyenda

Todo gallego ha oído alguna vez aquello de “A Santo André de Teixido vai de morto quen non foi de vivo”, un dicho popular que se ha convertido en imperativo y que obliga a visitar, ascendiendo por la empinada Serra da Capelada –en donde se encuentran los acantilados de Vixía Herbeira, los más altos de Europa continental–, dicho santuario.

Cuenta la leyenda que el Apóstol San Andrés, cansado de ver que nadie peregrinaba hasta el lugar, transmitió su queja Dios, el cual le prometió que nadie volvería a entrar en el reino de los cielos sin haber pasado antes por su templo. Si no lo hacían en vida, los harían de muertos –reencarnados, por ejemplo, en sapos, culebras o lagartos–.