La variedad de olivo hojiblanco tiene una tonalidad con unas características especiales: el envés es de color blanco, de ahí su nombre. La aceituna que produce esta variedad de olivo es redondeada y de un calibre medio alto si se compara con otras, como la arbequina y la picual. Por este motivo, la aceituna hojiblanca, además de ser utilizada para elaborar aceite, también se consumen como las aceitunas aliñadas de mesa.
El aceite hojiblanca posee características propias que a veces varían en función de la fecha en la que hayan sido recogidas. Es un aceite genuino y de alta calidad. Sus notas son de hierba fresca con un subtono dulce, ligeras reminiscencias a almendra y un ligero picor en la boca al final de su degustación. Es una aceituna vigorosa, de fácil enraizamiento y gran resistencia a la caliza.
El color del aceite es verde intenso, sobre todo cuando el cultivo ha sido cosechado pronto. De no ser así puede variar a tonalidades amarillentas
España es el principal país productor de esta aceituna y, por consiguiente, de aceite de hojiblanca. Su cultivo y producción se centran en las provincias andaluzas de Córdoba, Málaga, Sevilla y Granada. Otro de los nombres con lo que se conoce es Lucentina, de ahí el nombre de la Denominación de Origen de Lucena (ciudad de Córdoba).
A continuación desarrollamos una serie de motivos por los que es beneficioso para la salud consumir aceite de oliva virgen extra.
La dieta mediterránea es considerada una de las dietas más sanas y equilibradas del mundo, declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. Este aceite es apto para ser utilizado en crudo o incluso para fritos. Su palatabilidad ofrece un singular resultado sobre los alimentos, potenciando su sabor.
Según afirman numerosos estudios, el AOVE es aconsejable para algunas patologías determinadas, ya que su alto contenido en ácido oleico, ácido graso monoinsaturado, flavonoides y escualeno ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares, de estrés oxidativo, envejecimiento, cáncer y osteoporosis, entre otras. Además, ayuda a la metabolización de la insulina en personas diabéticas y mejora su presión arterial.
Su consumo es recomendado en la dieta de los más pequeños porque previene el asma infantil y en época de crecimiento favorece la creación de masa ósea.
Posee cualidades que repercuten en la belleza corporal, tales como reducir el envejecimiento prematuro de la piel gracias a su alto poder antioxidante, ya que es una fuente rica en ácidos grasos y triglicéridos. Además, es un buen tonificante para la piel y puede usarse para drenajes linfáticos y venosos.
El AOVE es un ingrediente y condimento con varias formas de utilizarse en función del plato que se quiera realizar o del resultado que se quiera obtener:
Las salsas, las cremas o el salmorejo alcanzan el mejor punto de sabor y textura cuando se añade AOVE y se baten. Esto ayuda a que todos los ingredientes se mezclen y se vuelvan una crema o pasta homogénea.
La base de la mayoría de los platos lleva un sofrito elaborado previamente con verduras troceadas, que se ablandan pasándolas por aceite en una sartén. El AOVE tiene una alta resistencia al calor, lo que hace que aún caliente no pierda todas sus propiedades.
Es también muy aconsejable su uso para saltear pasta, arroz o carne y hace así revueltos y platos más completos.
La dieta mediterránea trae consigo el pescado frito, plato muy popular y conocido en el sur. Consiste en rebozar el pescado en harina y freírlo en AOVE. Aunque el aceite debe estar a una temperatura muy alta para que se cocine correctamente, como se ha mencionado anteriormente, no pierde sus propiedades y sigue siendo beneficioso para la salud.