De lo mejor a lo más habitual en menos de 24 horas. Tras asomar poco, muy poco, la cabeza en la jornada del sábado en Ondarroa con un sexto puesto y meter cierta presión a sus inmediatos predecesores, la “Santa Olalla” de Ares sigue en idéntica situación –incluso peor al quedar menos citas en el calendario– tras la competición dirimida en la mañana de ayer en Castro Urdiales –X Bandera CaixaBank–.

Y es que los de José Manuel Peláez, Pendo, cambiaron ayer de rival a “cazar” para, al menos, dejar el lugar de descenso directo en el que están, desgraciadamente, viviendo desde hace muchas semanas y dar el salto al de promoción, pasando de un Santurtzi que toma aire a una Lekittarra que lo pierde. Eso sí, si el sábado la diferencia era de once puntos con los de la Sotera, ayer la distancia con el playoff era la misma, si bien con los de Lekeitio como objetivo y con una regata más tachada en el calendario. El buen hacer de los aresanos en la competición de Ondarroa llevó a que la trainera de la villa entrase en liza en la segunda de las tandas de Castro –estas se hicieron según la tabla de la regata anterior y no por la clasificación general–, en la que asimismo podía “vigilar” muy de cerca la actuación de Santurtzi, y con la Donostiarra y Orio en otra competición.

Otras metas

Una mezcla que, en principio, parecía funcionar bien. Con estas dos últimas traineras, especialmente la de San Sebastián, marcando un fuerte ritmo –conocedores de lo hecho en la primera tanda, en la que, para fortuna de los aresanos Leketio fue última con un discreto registro–, las otras tres permanecían a una cómoda distancia unas de las otras en lo que, ya desde el inicio, se presentó como una regata más rápida que la inaugural. Un hecho que quedó patente con un gran segundo largo de la Donostiarra y en el que los de Pendo supieron mantener la igualdad con la Sotera.

Una cercanía que se fue poco a poco diluyendo en las aguas cántabras, con los vascos con más ritmo y terminando este penúltimo largo con nueve segundos de ventaja sobre un Ares del que quería despegarse a toda costa, consiguiéndolo finalmente. Esta cifra no hizo más que aumentar, por lo que los cálculos entonces pasaban por firmar un mejor registro que la Lekittarra y seguir manteniendo vivo el sueño de la permanencia. La “Santa Olalla” cumplió este pequeño objetivo al ser undécimos en la general y su rival último, lo que, sin embargo, no mejora en absoluto la situación de los de Pendo, a los que solo les cambia la cara de su “enemigo”, si bien la distancia  a recorrer sigue siendo la misma con mucho menos tiempo –restan cinco citas, dos en Galicia–.