"Tengo una sensación que hacía muchos años que no sentía. Prefiero no hablar de lo que ha pasado. No es buen ejemplo para el fútbol. Lo que ha pasado ha sido terrible. No quiero hablar de eso”, comentó Cristóbal Parralo poco después de que le propinase un cabezazo a David Navarro.
El entrenador del Zaragoza, el otro implicado en la pelea al final del partido, dijo, por su parte, que lo que pasa en el campo se queda en el campo.
“Las cosas que pasan en el campo se quedan ahí. La noticia es que el equipo ha vuelto a dejar la portería a cero y que ha vuelto a conseguir ganar. Lo ha hecho a base de trabajar mucho. Eso es lo importante”, apuntó.
El técnico racinguista, generalmente una persona tranquila, perdió los nervios poco antes del final del partido en el que su equipo sumó una nueva derrota. El cordobés saltó después de una trifulca que se generó tras la expulsión de Róber Correa por una fea entrada a Pau Sans.
Tras disolverse esa tangana, el partido pudo acabar con normalidad. Sin embargo, tras el pitido final, ambos entrenadores se dirigieron el uno al otro para darse una apretón de manos. Con todo, no pasó eso. Parralo y Navarro se encararon y el primero acabó propinando un cabezazo al segundo, que intentó responder con una bofetada, pero no logró acertar. La secuencia obligó a intervenir a la Policía Nacional así como a los integrantes de ambos banquillos.
A pesar de todo este revuelo, el árbitro no recogió en el acto del encuentro todo lo sucedido. No obstante, es muy previsible que LaLiga entre de oficio y sancioné al preparador racinguista.
Respecto al partido, el preparador racinguista señaló que el gol del Zaragoza llegó cuando mejor estaba su equipo.
“En la segunda parte hemos tenido más control y cuando nos sentíamos más cómodos llegó su gol. El equipo buscó el empate y estuvo a punto de llegar con el penalti, pero no entró”, se lamentó.
Sobre la lesión de Moi Delgado, Parralo indicó que fue una pena ya que el futbolista estaba bien para jugar.
“Moi tenía el alta médica, pero estaba justo de fuerzas. La situación requirió que fuese titular porque estábamos sin Castro ni Brais. Eso generó que no tuviésemos un perfil en esa posición y tuvo que ser titular. Se encontraba bien, pero se lesionó”, apuntó.
En cuanto a la situación del equipo, Cristóbal dijo que los 18 puntos que acumulan son muy pocos y que tienen que hacer una segunda mitad de temporada muy buena para darle la vuelta a la situación.
“Es verdad que 18 puntos son muy pocos. Solo nos queda hacer una segunda vuelta muy buena para intentar salvarnos. Es la situación que es y hay que aceptarla”, arguyó.
Por último, cuestionado por su futuro, el todavía preparador racinguista dijo que el club tiene que tomar las decisiones pertinentes sobre ese tema.
“No hay ningún plan para el futuro. El club valorará la situación actual y tomará las decisiones pertinentes para intentar cambiar la dinámica”, zanjó Cristóbal Parralo.