Un error defensivo y un penalti fallado provocan que el Racing de Ferrol caiga ante el Zaragoza (1-0) y se despida de 2024 con una nueva derrota que complica y mucho la salvación.

El duelo de la Romareda comenzó con el guion previsto, con el equipo local llevando el peso del partido. Los últimos resultados cosechados y la urgencia por no decepcionar a su gente influyeron mucho en esta salida.
Los de David Navarro movieron bien el balón ante un Racing que defendió en bloque bajo para evitar cometer los mismos errores que ante el Almería en A Malata.

En esta tesitura, el Zaragoza trató una y otra vez de perforar el muro verde gracias a los pases filtrados de Ager Aketxe y la movilidad de Iván Azón. Sin embargo, Naldo y Puric estuvieron muy atentos a las coberturas y solventaron sin problemas las ocasiones.

Los maños se impacientaron y empezaron a disparar desde fuera del área. Pero ni Tasende, ni Liso ni Aketxe tuvieron la puntería necesaria.

El Racing se encontró muy cómodo con este tipo de partido. No recibió mucho peligro, pero tampoco lo creó ya que Jauregi apenas tocó balón.

Con todo, el duelo pudo cambiar en el minuto 26. Azón estuvo de aprovechar una mala cesión de Buñuel a Jesús Ruiz. Por suerte, el máximo goleador maño no estaba inspirado. 

A ese susto se le unió la desgracia ya que a la media hora del partido, Moi Delgado se tumbó en el campo llorando. Se rompió otra vez y Cristóbal Parralo tuvo que recurrir a Róber Correa. 

El Zaragoza estuvo a punto de aprovechar ese momento para marcar. Aketxe, que fue el mejor del conjunto local en la primera mitad, sorprendió a Jesús Ruiz en una falta lateral, pero el meta pudo reaccionar a tiempo y sacó en la línea. Su rechace le quedó franco a Lluís López, pero emergió Naldo para mandar el balón a córner cuando La Romareda estaba a punto de celebrar el 1-0.

Fueron momentos muy malos para el Racing. Estaba siendo avasallado. Sin embargo, el equipo verde resistió y pudo irse al descanso con un empate que era un gran resultado después de que no disparasen a puerta en los primeros 45 minutos.

Cruda realidad

Tras la reanudación, se pudo ver a otro Racing. Mucho más activo con balón y llegando con cierto peligro al área rival algo que no había hecho en toda la primera mitad.

Ahora era el Zaragoza quien tenía que esperar atrás por el empuje visitante. No era capaz de triangular. Sus jugadores estaba atenazados. Quizá tenían miedo a sufrir una nueva derrota en su feudo.

Por ello, David Navarro trató de agitar el partido metiendo a Toni Moyà y Pau Sans, mientras que Cristóbal Parralo hizo lo mismo e introdujo a Álvaro Giménez y a Dorrío.

Sin embargo, esa modificación táctica solo le funcionó al técnico local. Y es que Sans le ganó la espalda a Róber Correa. Calero lo vio y le mandó un balón medido. El delantero controló, levantó la cabeza y vio como entraba desde segunda línea Aketxe. El talentoso mediocentro recibió solo dentro del área y con un disparo raso al palo largo logró perforar la portería racinguista. 

Otro error defensivo que sale muy caro a un Racing que quedó muy tocado. Perdió toda la confianza que había ganado. El Zaragoza quiso aprovecharlo y a punto estuvo de hacerlo nuevamente por medio de Aketxe. Sin embargo, se topó con Jesús Ruiz.

Esta intervención reavivó a sus compañeros. Especialmente a un Dorrío que reclamó el balón, encaró a su par por la banda y puso un centro medido para Álvaro Giménez. Justo cuando el ilicitano iba a recibir el balón fue derribado por un defensa y el colegiado señaló la pena máxima.

El punta verde asumió la responsabilidad, pero la suerte no le acompañó. Lanzó por el medio y parecía haber batido a Poussin, pero en un acto reflejo, el meta francés sacó un pie milagroso y detuvo el penalti. Otro golpe al mentón para un Racing que ya no se levantó.

La desesperación se adueñó de los jugadores verdes. Hasta el punto de que Correa, tras una fea entrada, fue expulsado con roja directa. Esto provocó una tangana que acabó con Parralo propinándole un cabezazo a David Navarro. Una imagen para olvidar.