No había que tener miedo y O Parrulo no lo tuvo. Dio igual que tuviese enfrente al campeón de la Supercopa de España y campeón de liga, los jugadores de Gerard Casas salieron a comerse a un Cartagena que respondió con dureza cada golpe que recibió (1-5).

Al cuadro de Duda no le esperaba un encuentro fácil en A Malata. Apoyado en su afición, el conjunto ferrolano apretó, y de lo lindo, a un Cartagena que no fue capaz de hacer su juego combinativo. Las mejores ocasiones eran locales. Primero avisó Manu Aguayo con un trallazo al larguero, para acto seguido Domingos Xavier cruzar en exceso su disparo. Eso fue el preludio de lo que estaba por venir, ya que en el minuto 9, tras una jugada ensayada, Gonzalo Santa Cruz perforó la portería de Chispi. A Malata estalló, pero aún quedaba mucho.

El Cartagena, después de un par de gritos de Duda, cambió su estilo de juego. Apretó más y, un par de minutos después, logró empatar con cierta fortuna ya que Rubén Orzáez, tratando de despejar, introdujo el balón en su propia portería. Para colmo, una jugada después, el Cartagena culminó su remontada después de que Pablo Ramírez le robase la cartera a Manu cuando éste subía el balón.

Ni con esas se rindió O Parrulo. Siguió siendo valiente y eso puede salir muy bien o muy mal. Pareció que iba a ser la primera opción, ya que Morgato estuvo a punto de poner el 2-2, pero el fútbol sala fue muy cruel. Cortés aprovechó otro error en la salida de balón para poner el 1-3.

Tras este intercambio de goles, el partido se serenó un poco. Ambos entrenadores querían calma, ya que apenas habían transcurrido doce minutos desde el comienzo del encuentro. Después de varias ocasiones de tanteo, los visitantes decidieron apretar un poco más y avasallar a un Parrulo que se encomendaba a las intervenciones de Manu Aguayo.

Sin embargo, el meta no era un superhéroe y tras una jugada ensayada, Motta hacía el cuarto para tristeza de los aficionados locales que vieron como su equipo contuvo el chaparrón hasta el descanso.

Llega la calma

A la vuelta de los vestuarios, O Parrulo salió con ánimos renovados. Intentaron reducir la diferencia por medio de Rubén Orzáez, Morgato y Nico Rosa, pero Chipi estaba decidido a no encajar más goles.

Mientras tanto, sus compañeros se asomaban al área pero sin querer hacer demasiado daño. Este resultado les valía para pasar de ronda y no quiso arriesgar de más. Todo lo contrario que su rival, ya que se quiso despedir de la Copa con otro gol. Para ello, Gerard Casas vació su portería, pero primero el palo y luego el guardameta visitante evitaron ese ansiado tanto. Mientras que el Cartagena lo aprovechó para marcar el quinto.

O Parrulo dice adiós al torneo copero dando una imagen muy buena y compitiendo ante uno de los mejores equipos de España. Ahora le toca centrarse en el partido de este sábado contra el Melistar.