Sadense de residencia, cedeirés de adopción –y corazón–, el remero veterano Justo Pérez –Remo Cedeira– se sienta mañana, a las 14.15 horas, en un remoergómetro situado en el pabellón municipal de la villa en el que peleará por conseguir su primera medalla en un Campeonato del Mundo. A su lado, su mayor apoyo en la que para este deportista de 65 años está siendo su iniciación en esta disciplina, el entrenador de la entidad de la villa, Chema Hermida.
Una edad y una condición de novato que, incialmente parece que chocan al hablar con este remero que cuenta en su corta pero fructífera trayectoria con dos oros en el Campeonato de España y un bronce, además de otras tantas preseas en las citas autonómicas de remoergómetro. Una sorpresa que aumenta al conocer que la de hoy será la primera vez, en competición, que Pérez haga frente a la distancia de 2.000 metros –en las pruebas estatales el trayecto es de mil–, si bien el del Remo Cedeira además de esta doble condición de novato cuenta con el récord de España, tras parar el cronómetro en 6:55 y firmar su billete para este Mundial –en el que competirá, a diferencia también del Estatal en el que se hace conjuntamente, en la franja de 65-69 años–.
Jubilado con pandemia a continuación, a este exbombero en el aeropuerto de A Coruña le sobran dedos de las manos –casi de una– para recordar los años que suma en la disciplina. “Levo moi pouco tempo”, recuerda entre risas, “xubileime e foi cando empecei a remar. Os meus compañeiros, pola miña xubilación, en vez dunha placa ou unha copa de Sargadelos regaláronme unha máquina”.
No hay que engañarse Justo –”el abuelo campeón”; como presume de él una de sus nietas– tampoco llegó totalmente de nuevo a esto, ya que como señala ya era el “gallo del corral” en el gimnasio de su puesto de trabajo. “Alí tiñamos material, que xa sabes que os bombeiros teñen que estar en forma, e faciamos competicións entre nós. Dábaseme ben, era o máis vello pero dáballes moita caña”, cuenta riéndose, además de confesar su intensa relación con el deporte durante toda su vida en disciplinas como el atletismo, fútbol, hockey hierba... “encántame”.
Tras un breve paso por el Olímpico de Mandeo y con la citada pandemia interrumpiendo su tardía pero gran proyección, Pérez fue “captado” para el Remo Cedeira por el técnico de la entidad y ·”encantadísimo estou. Trátanme de marabilla e xa conseguimos eses dous títulos y un bronce no de España e a ver agora”.
Y es que la inexperiencia de Pérez sobre esta distancia no ha supuesto ningún impedimento para que el del Remo Cedeira se plantee ambiciosos objetivos para su actuación de hoy. “A ver se damos unha alegría. A competición pon a cada un no seu sitio, pero realmente fixemos esta marca do récord de España que é un marcón. Estamos moi ben”, señala con convicción este remero de floración tardía, “nos sabemos como están os demáis, pero se me din agora que dan o segundo lugar non o firmo. Eu vou gañar. En principio optamos a todo”.
Bajar de siete minutos se presenta como clave para esta meta –”e volver batir o récord de España”– en un pabellón que podrá ser su particular campo de regatas merced a que su registro fue uno de los quince mejores del Mundo, mientras que el grueso de la participación entrará en liza desde Praga, pudiéndose seguir todo a través de la web de Worldrowing.com. “Imaxino que irá xente ao pavillón, a miña familia vai ir, algúns compañeiros de traballo tamén me dixeron que se ían desprazar ata Cedeira para animarme”, señala el deportista
Una competición que asimismo llevará a cabo con su técnico Hermida a su lado. Una circunstancia que pesó mucho en su decisión de ejecutar esta cita en la distancia. “Non lle ía pedir a Chema que me acompañase a Praga cos gastos que supon. Quero estar con el, porque o que conseguimos conseguímolo os dous. É unha parte importantísima dos éxitos”, cuenta Peréz, alabando asimismo el trabajo de Hermida al frente de un Remo Cedeira –”sen el non habería tanta afición ao remo na vila”–.
En su particular camino como el Benjamin Button del remo, mejorando cada año unos registros que, por lógica, deberían ir a menos, a Pérez le hubiese gustado “empezar nisto con 20 ou 30 anos”, pero, visto lo visto, quizá también el disfrute envejece tan bien como él.