Pocas palabras le quedaban a Lino López tras haberse plantado hace una semana en una ronda de semifinales, en las que, en su primer combate, las suyas dejaron KO al Asvel Lyon. “Teníamos muy claro que ellas tenían mucho control del rebote, que anotaban muchas canastas en transición, contraataque y fuimos capaces de minimizarlas”, relataba el preparador señalando las escasas cifras en las que las suyas habían dejado a la formación francesa. 

“En defensa hubo momentos del partido estuvimos a un nivel muy alto de ayudas, de que no generasen en bloqueo directo... Eso fue la clave”, analizaba López, mientras que en ataque –cabe recordar que hicieron 93 puntos– “tuvimos esa pausa, saber leer, el acierto que necesitas también algunas veces en estos encuentros”. El técnico volvió a alabar el buen trabajo grupal e individual de sus jugadoras, jueguen más o menos. 

“Todas creen. La que sale, juegue un minuto o dos, sabe que va a sumar. Estoy muy feliz”, subrayaba un López que, al igual que Millán, hacía también un llamamiento a la calma en medio de la euforia. ”Este equipo ganó de 20 en su casa al Spar Girona, de 30 a Galatasaray. Hoy es una fiesta pero tenemos que ser conscientes de que el Asvel va a estar dolido y allí seguramente va a ser muy duro”, relataba el entrenador, recordando sus palabras sobre estos duelos de Eurocop de “80 minutos”, así como el playoff con el Avenida y su renta en el partido de ida.  

Defensa

“Todo el equipo sabía las normas que teníamos para intentar defender a Malonga y Jocyte nunca se encontró cómoda. Eso provocó su ansiedad”, subrayaba López sobre el gran partido puesto sobre la pista de su escuadra, que hizo relucir sus mejores armas hasta deslumbrar a su rival. “Sabemos que nosotras a nivel defensivo tenemos que estar así para poder competir contra estos equipos y hoy lo hemos demostrado”, sentenciaba el entrenador. 

En un Baxi de todas para una y una para todas, la confianza entre las jugadoras queda patente en duelos como el de ayer. “Y eso muy difícil de conseguir. Al final es un equipo muy competitivo”, incidía un técnico que volvió a destacar el papel clave de A Malata, provocando en el rival un lógico miedo escénico, esas dudas, y en ellas “hace que no te vengas abajo. El pabellón lleno, animándote aunque vayas nueve abajo". Una afición que ya prepara su desplazamiento para la conquista, también, de tierras francesas.