Un recorrido por el CHUF de mano de mujeres que mueven sus engranajes

Siete trabajadoras de diferentes campos compartieron parte de su historia profesional y personal con alumnos de varios centros de la zona
Un recorrido por el CHUF de mano de mujeres que mueven sus engranajes
Las protagonistas del acto de ayer |D. Alexandre

El Área Sanitaria de Ferrol  (ASF) celebró ayer varios actos para conmemorar la celebración del Día Internacional de la Mujer. Así, el salón de actos del hospital Arquitecto Marcide acogió una sesión, que estuvo presidida por el conselleiro de Sanidade, el ferrolano Antonio Gómez Caamaño, que estuvo acompañado por la delegada territorial de la Xunta en Ferrol, Martina Aneiros


Alumnos de varios centros educativos de la zona pudieron escuchar de primera mano las historias de siete mujeres que desarrollan su labor profesional en el Área Sanitaria de Ferrol, en ámbitos de lo más dispares.
Así, la primera en explicar su función fue la propia gerente, María Fernanda López, quien no dudó en recordar que de las siete áreas sanitarias gallegas, la ferrolana es la única gestionada por una mujer. Aprovechó su intervención para mostrales la dimensión de esta zona sanitaria y su idiosincrasia, los profesionales que trabajan a diario en este espacio y la cobertura en salud que ofrecen. La gerente mostró también una serie de fotos del día a día de ella misma y su equipo directivo, integrado por 17 personas, en momentos más tensos y otros más desenfadados como la cena y fiesta de la Navidad pasada y apeló a que ese contacto diario y esa interrelación es fundamental para que las cosas marchen bien en el área sanitaria local, que funciona como una empresa más, como precisó. 

 

Así, también explicó a los jóvenes estudiantes que para poder llegar a un puesto como el que ella ostenta hay que tener “moitas ganas de cambiar as cousas, ter ilusión e non pensar que as metas son imposibles, sempre hai que intentalo”. 

 

Además, añadió que siempre hay que tener muy presente que “estes postos de responsabilidade requiren un gran esforzo en manter a empatía, a humanización e o traballo en equipo, contando con todos os profesionais”, dijo.

 


También resultó muy interesante para los presentes la historia de Teresa Casás Fernández, una celadora que hoy ejerce de conductora, que contagió su espíritu alegre y entusiasmo a los presentes. Ella, como tantas otras mujeres, recuerda que comenzó su etapa profesional como dependienta pero no se quiso quedar ahí y se esforzó por sacar una oposición para “tener un sueldo fijo, unas vacaciones pagadas...”. Apasionada de su trabajo y el contacto diario con la gente, explicó a los presentes como en los últimos años se dedica a una labor en la que todavía hay muy, muy pocas mujeres: la de conductora. Algo similar a lo acontecido en sus inicios como celadora, “te miraban raro cuando tú sola intentabas movilizar a alguien”, explicó. Sobre su nuevo quehacer, explica que “nunca había llevado una furgoneta como la que usamos, de nueve plazas, pero no me lo pensé cuando me lo ofrecieron”, afirmó. 


Por su parte, Marta López, residente de 4º año de Traumatología, manifestó que quiso ser médico desde que tiene recuerdos, aunque no quería quedarse solo en eso, ella quería operar. Bromeó también con el hecho de que por verla tan joven muchos pacientes le preguntan “cuándo pasará el médico, el de verdad”, algo que se toma con humor. Habló de sus inicios, cuando estudiaba en el Cristo Rey primero y el Tirso después, y mostró fotografías de sus materiales diarios de trabajo (martillo, sierra y vendas), provocando la risa y el estupor de los presentes en la sala. También compartió imágenes de diferentes momentos de su etapa como estudiante y como profesional. Asimismo, reveló un secreto a los asistentes para que, como ella, puedan llegar a convertirse en médico: “hay que estudiar, mucho, no os voy engañar... colegio, instituto, selectividad, universidad, MIR... todo el tiempo estudiando...”. Una confesión que fue acogida con risas y aplausos por los allí congregados. También reveló que para librarse de unos créditos y tener que estudiar algo menos se apuntó a unas prácticas en el Marcide y ahí decidió que aquello era lo que quería para ella como profesional. 


También compartió su historia Esther Ruíz Calero. Catalana de nacimiento, logró plaza en Ferrol hace más de dos décadas. Asegura que ella quería trabajar en la sanidad pública y por aquel entonces había muy pocos fisioterapeutas en Galicia y no lo dudó y se trasladó aquí, a Santiago primero y después a Ferrol. Su historia laboral estuvo ligada al rugby casi desde el principio. “A través del deporte descubrí que quería formarme en fisioterapia”, recuerda. Se movía como pez en el agua en un mundo tan masculino como el de este deporte, llegando a jugar con el equipo universitario compostelano. Una vez consiguió la plaza en el CHUF trabajó para fundar un equipo femenino, aspiración que todavía conserva, y fue una de las fundadoras del equipo de rugby ferrolano. En su caso, el deporte estuvo muy ligado a su profesión, motivación que podría ser el motor de cualquiera de los jóvenes que la escuchaba con gran atención.

 

 


Igual de interesante fue la historia que compartió Mari Tenreiro, informática que nació en Ferrol y estudió en Mercedarias. Dejó boquiabiertos a más de uno cuando enumeró la cantidad de sistemas, acciones y programas que precisan de su labor diaria en el Área Sanitaria. Actualmente, el porcentaje de mujeres en esta unidad se sitúa en un 40%.  Así, explicó también que ha pasado “por todos los departamentos del servicio, excepto de la subdirección y jefe de servicio, pero eso de momento”, aseveró provocando las carcajadas de los presentes.


No resultó menos emocionante la alocución de otra profesional del CHUF, Raquel Marzoa Rivas, jefa del servicio de Cardiología que, confesó a los presentes que no dejó de seguir su sueño de ser médico pese a tener miedo a la sangre. Marzoa recordó a los jóvenes del acto la importancia de la práctica deportiva. “Hoy lleváis una vida mucho más sedentaria que la que llevábamos nosotros, que nos criamos en la calle”. También llamó la atención sobre otro hecho a destacar hoy en día y es que las niñas llevan una vida menos activa aún que los niños, de ahí que animara a las presentes a no dejar el deporte de lado y evitar así el aumento de algunas patologías que requieran la atención de cardiólogos como ella.

 


Esta profesional del servicio de Cardiología también mostró a los presentes un gráfico con las formaciones en las que tomó parte en los últimos años, en el que se apreciaba un parón importante durante su maternidad. Sobre este aspecto, lamentó que todavía queda mucho camino para lograr la ansiada conciliación y por ello aseveró que es importante compartir con los seres queridos cuestiones relacionadas con la actividad profesional. Marzoa añadió que en facetas el como liderazgo se está avanzado, poniendo como ejemplo a la Sociedad Española de Cardiología, cuyo equipo directivo pasó de tener una sola mujer hace unos años a tener cuatro de un total de once en la actualidad.


La última profesional en intervenir, y no por ello menos interesante, fue la directora de recursos económicos (área que engloba seis servicios), Ángela Calderón, que contagió su entusiasmo por los números a los presentes, compartiendo algunas cifras llamativas del ASF que funciona, dijo, “como una pequeña ciudad en la que convergen prácticamente todas las profesiones”.

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