Martín López escribe desde hoy las primeras páginas de un nuevo capítulo en su carrera deportiva. El naronés del Náutico Firrete de Pontedeume da sus primeras paladas como sub 23 y lo hace con, de nuevo, el Campeonato del Mundo en el horizonte.
Todavía con el dulce regusto del título firmado en tierras italianas a principios del pasado mes de julio, el reflejo de esta medalla de oro se confunde ya con el que podría llegar poco más de un año después, en la competición internacional que tendrá lugar en Plovdiv, Bulgaria, entre el 17 y el 21 de julio. Y es que, de momento, donde López pone el ojo, pone la pala.
Si bien, para poder optar al que sería su segundo podio mundial en dos años, el del Náutico Firrete tiene que, prácticamente, obrar el milagro en su primer año sub 23 y asimismo su primer año en la madrileña Blume, logrando la primera posición en un Campeonato de España de invierno sobre 5.000 metros que hoy comienza en Sevilla –en caso de no lograrlo a la primera, López tendrá una nueva oportunidad dentro de un mes–.
Y es que el primer clasificado en esta competición –que hoy vivirá sus clasificatorias y mañana por la mañana su cita final– tendrá ya un billete para la competición búlgara. Y es a por ese lugar por el que López tomará la salida en las inmediaciones del Centro del Alto Rendimiento de Sevilla.
“Voy a ir a por el podio, con el aliciente de la clasificación, y voy a dar lo mejor”, sentenciaba López pocas horas después de llegar a tierras andaluzas. El palista es consciente de que lo vivido la pasada campaña es un capítulo completamente diferente al que hoy comienza. “Va a ser una competición dura por el cambio de categoría y yo soy uno de los más jóvenes con 18 años”, comenta el local, “va a ser difícil pero voy a ir a luchar y sacar la mejor versión que tenga”. Y ya sabemos lo que eso puede llegar a significar de boca del vigente campeón del mundo júnior de esta distancia.
El del Náutico Firrete aterrizó en las orillas de un Guadalquivir que ejercerá de campo de regatas tras sus primeros meses en el CAR madrileño, en el que comparte trabajo con algunos de sus referentes como Paco Cubelos, Íñigo Peña o Pedro Vázquez. Un aterrizaje en la capital suave y placentero a pear de las “tundas que recibo”, comenta entre risas, “la gente anda muchísimo. Y si el año pasado lo que hacía era sacar ventaja a los demás, aquí tengo que ir a intentar pillarlos. Sí que cambian los papeles”, cuenta López, definiendo su primeros meses entre los mejores con una sensación “muy satisfactoria y gratificante”.
Y si bien López ejercerá de cabeza de cartel de la expedición local, en las aguas sevillanas, en estas también estarán sus compañeros Antón Cao, Iker Veiga, Bruno González –sub 23–, Óscar Allegue –júnior–, los sénior Santiago Cruz y Antonio Jorge Rey y, ojo, su hermano Borja López, además de los ponteses Celia Durán –sub 23– y Antonio Polo. Este último palista formará asimismo en la cita máster –en la que también estará Cruz– con sus compañeros Ernesto Gancedo y Miguel Timiraos.