Una de cal y otra de arena. En Castalia sí, pero en el Nuevo Pepico Amat no. En el pospartido, Cristóbal Parralo fue rápido en señalar que los suyos no habían entrado como debían en el campo. “Con la segunda parte me voy más satisfecho, con la primera no, lo que no podemos hacer es empezar a jugar cuando ya llevamos 45 minutos”, sentenció.
El diagnóstico del entrenador era completo, “nos ha faltado ritmo, lo hemos hablado en el descanso”, relató, “la idea era ganar los duelos cuando había una presión y jugaban en largo, coger esa segunda jugada, y nos estaba costando mucho. Luego nos faltó un poquito de personalidad a la hora de tener el balón, de jugar hacía adelante, de combinar un poco...”, los menos del “míster” en una mitad inicial mejorable.
Ya en otra disposición, habló que “en la segunda parte hemos ido mejor, hemos sido más contundentes, hemos ganado los duelos, sacábamos el balón desde atrás y hemos podido ir avanzando con él”, un plan de partido que esperaba, se desarrollase a lo largo de todo el choque.
Satisfactorio fue también para el entrenador el desempeño de Dorrío y Nacho en las bandas, lo suficiente como para conservarlos en el césped durante la totalidad del juego. Desde el banquillo se le daba también el aprobado a Castro en su papel poco habitual como lateral, “para el juego aéreo y por la experiencia de David también nos venía muy bien y creo que ha cumplido a pesar de que no es su posición idónea”, valoró su preparador.
Y sobre los “casis” finales que tuvieron ambos bandos, –el gol anulado por fuera de juego a los locales, el "no penalti" de Chiki– negados por el VAR, poco podía decía Parralo, “no puedo enjuiciarlo porque no he visto bien las jugadas”.