No le hizo falta ni avisar a un Málaga que, al igual que otras formaciones antes, aprovechó su duelo ante el Racing de Ferrol como tónico milagroso para curarse, al menos momentáneamente, de muchos de sus males. Eso sí, a costa de un conjunto ferrolano sin armas punzantes, sin batería de reserva y casi ya sin esperanza (2-0).
Y es que el duelo en una Rosaleda a reventar comenzó con locales y visitantes bien posicionados, sin riesgo y sin llegadas, tanteando el grado de ansiedad tanto de malagueños como de ferrolanos. Una “apatía” que rompió con estruendo un Málaga que, en su primera llegada, consiguió el 1-0 en el minuto 8, prolongando así lo que casi es ya otra maldición de los verdes en estos arranques de partido.
Fue Lobete el que aprovechó a la perfección una gran asistencia desde la izquierda de Kevin Medina para adelantar a los suyos y torcer todavía un poco más la ya tortuosa senda de los de Menéndez en la competición. El grupo de Pellicer encendió la mecha con esta diana, se apropió del balón y mostró su velocidad y peligro, especialmente en su juego por las bandas. El Racing necesitó de unos minutos para recomponerse, darse cuenta de lo que estaba sucediendo y volver a jugar.
Y lo hizo gracias a un Naïm cuya carrera por banda izquierda, tras pase de Brais, finalmente quedó en nada, pero sirvió para abrir los ojos del equipo ferrolano y mantenerse vivos. Precisamente, estos fueron los mejores minutos del grupo verde, eso sí, poco más de diez, abiertos precisamente con esa jugada de Naïm y que continuó poco después con una contra iniciada por Álvaro Sánz, con el propio madrileño y un gran Buñuel que no pudo materializar la mejor hasta ese momento del Racing.
Era el minuto 28 y el grupo boquerón, empujado por una ruidosa afición, frenó este pequeño despertar ferrolano. Y lo hizo con dos corners consecutivos y con Einar llegando como una exhalación en el segundo para rematar por alto lo que parecía casi el 2-0. El conjunto de Menéndez volvió a su travesía por el desierto, sin poder avanzar ni por derecha, ni por izquierda, ni por el centro.
Un vacío que intentó llenar una ocasión cocinada entre Buñuel y Naïm, con un remate con la derecha de Álvaro Giménez que se fue por alto, esquivando de nuevo el gol a los ferrolanos. Y si el Racing perdonaba, al Málaga ya había cumplido su penitencia. Larrubia lanzaba un aviso en el 34 que detenía Yoel, con el Racing posicionado más arriba, y con el Málaga recortando este terreno ganado poco a poco.
El grupo boquerón gestionó una gran acción de ataque, con Lobete triangulando y terminando el balón en los pies de un Larrubia que, de cabeza, ahora no falló (2-0). Kevin Medina buscó el tercero con Yoel volviendo a dejar congelado el marcador y el Racing no pudo ni aprovechar sus ocasiones a balón parado, mientras que sus ataques morían en fuera de juego.
El Málaga colocó a Puga y al retornado Manu Molina para una segunda mitad en la que el Racing pareció salir un poco más orgulloso. Una cabeza alta y empuje hacia adelante que apareció por momentos, muy pocos, como el doble remate con el que contaron los Álvaros, Sanz y Giménez, y que una mano –no punible– salvó de entrar en la meta de Herrero.
Los ferrolanos buscaban esa diana que sellase grietas y Naïm lo intentó con un tiro tímido a las manos del meta malagueño. Y lo siguió peleando, contra el Málaga y ellos mismos. Heber fabricó uno de sus mágicos centros, llegando muy forzado Giménez –y que estuvo unos minutos tirado en el suelo por un golpe y una herida en la espinilla–.
Un tiro entre los tres palos de Señé, un cabezazo de Correa y un centro de éste al que no llega Chiki, en el asedio verde roto por el tiro por alto de Rahmani –la primera y única de los malagueños–, continuó con otra muy clara de Raúl Blanco, en lo que fue un intento de estudiar el día antes del examen por parte del Racing. Un sprint final que, al igual que en otros duelos, no le llegó en absoluto a los de Menéndez ni para aprobar en el terreno de juego de un Málaga al que le llegó con una buena primera parte, a diferencia de un grupo ferrolano, que sigue sin hacerse amigo del gol.
Málaga CF: Herrero; Gabilondo (Puga, min. 45), Nelson Monte, Einar, Víctor; Juanpe (Manu Molina, min. 45), Luismi; Kevin Medina (Rahmani, min. 61), Lobete (Sangalli, min. 82), David Larrubia y Dioni (Chupe, min. 69).
Banquillo: Carlos López, Puga, Pastor, Baturina, Manu Molina, Murillo, Dani Sánchez, Rahmani, Sangalli, Chupe, Alexis y Rafa.
Racing Club Ferrol: Yoel; Buñuel (Rober Correa, min. 66), Puric, David Castro, Brais Martínez; Heber (Nacho, min. 66), Señé, Manzanara (Chiki, min. 78), Naïm (Raúl Blanco, min. 84) y Álvaro Giménez (Jauregi, min. 84).
Banquillo: Bernard, Jesús Ruiz (porteros suplentes), Rober Correa, Naldo, Chiki, Jauregi, Nacho, Insúa, Aitor Gelardo, Manu Vallejo y Raúl Blanco.
Goles: 1-0, min. 8: Lobete; 2-0, min. 39: Larrubia.
Árbitro: Germán Cid Camacho.
Asistentes: Sergi López Freixa y Roberto Tejero García.
Cuarto árbitro: Millán Bárcenas Torres.
Tarjetas amarillas: Málaga CF: Juanpe (min. 12), Gabilondo (min. 43), Puga (min. 83). Racing Club Ferrol: Manzanara (min. 21), Sanz (min. 82).