El Racing y el Granada, aunque están muy alejados en la clasificación, llegan al duelo de mañana de manera muy similar. Ambos equipos atraviesan una racha muy mala de resultados, especialmente los verdes, que prácticamente dijeron adiós a Segunda División tras su derrota ante el Burgos el pasado miércoles en A Malata.
El cuadro naval, que afrontaba una de sus últimas oportunidades a las que aferrarse para seguir creyendo en la salvación, falló como tantas otras veces esta temporada. Aunque mostró pequeños síntomas de mejoría, fueron insuficientes para doblegar a un conjunto burgalés que se sitúa en la frontera del bien y del mal con catorce puntos de renta sobre los ferrolanos. Una distancia casi insalvable aunque queden trece duelos.
Con esa derrota, el Racing acumula cinco encuentros seguidos cayendo. Con esa dinámica se plantan los verdes en el Nuevo Los Cármenes. La única esperanza que tienen es que su rival, el Granada, aunque está una mejor posición clasificatoria –es octavo–, acumula cuatro partidos sin ganar.
Esa serie de malos resultados pusieron en la cuerda floja a Fran Escribá, que puede ser despedido si cae ante los de Alejandro Menéndez, al igual que le pasó a su predecesor, Guille Abascal, en la jornada seis. Y es que el conjunto nazarí es un candidato al ascenso que no está demostrando ese potencial. Una situación de la que se quiere aprovechar el cuadro naval para intentar recuperar la sonrisa en medio de esta tormenta.