Tras haber regresado el viernes de Zaragoza, los de Cristobal Parralo realizaban este sábado un último sprint antes de tomarse dos días libres, un tipo de jornada que, entre desplazamientos, entrenamientos y encuentros intersemanales, llevaba sin aparecer en el calendario racinguista desde el pasado 15 de octubre.
En la mañana del sábado se advertían ausencias comprensibles en el campo naronés de Río Seco: figuras como Rober Correa o Josu Dorrio no se encontraban en el lugar, futbolistas que por sobrecargas musculares no pudieron jugar contra el Cuarte en Copa del Rey el jueves, pero que sin embargo asumieron igualmente el desplazamiento por carretera con la esperanza de poder recuperarse para el choque liguero que debería haberse producido este domingo contra el CD Castellón.
Por el contrario, se podía ver en el entrenamiento a un Naldo en perfecto estado –el jugador, que acusó molestias en una de sus rodillas, no llegó a participar en la eliminatoria como medida preventiva–, así como un par de caras que bien podrían verse en el césped de A Malata el próximo domingo. Y es que a la incorporación paulatina del uruguayo Erick Cabaco, se puede sumar ahora también la de Josep Señé.
Ya cuando repasaba la lista de la enfermería antes de partir el miércoles, el ‘míster’ del Racing comunicaba que los citados y compañía –Perea, Brais y Gelardo– “progresan bien, vamos a ver si para la próxima semana alguno de esos ya se va introduciendo con el grupo y pueden llegar al partido del Racing –de Santander–”.
Restablecido el ritmo habitual de competición, el equipo de la ciudad naval aguarda ahora su próximo emparejamiento de Copa del Rey, el de la segunda eliminatoria, a dirimir entre los días 3 y 5 de diciembre y en el que participarán 56 clubes. El sorteo no tendrá lugar hasta que no se produzcan los siete partidos clasificatorios aplazados por los destrozos de la DANA en el este del país.