La elevada inflación y la subida de los tipos de interés complica cada vez más la situación de las familias españolas y las que se consideran altamente endeudadas, aquellas que destinan más del 40% de sus ingresos al pago de deudas, podrían superar ya el millón y medio.
El Banco de España estima que la proporción de familias con deuda que pasarían a tener una carga financiera elevada aumentaría en España casi cuatro puntos porcentuales ante la actual coyuntura, lo que se traduce en que cerca de 350.000 hogares pasarían a estar altamente endeudados.
Según la encuesta financiera de las familias, a cierre de 2020 el 10,9% de los hogares endeudados destinaba más del 40% de su renta al pago de esos compromisos, lo que equivaldría a unos 1,17 millones de hogares; aunque se desconocen los datos de 2021 y lo que va de 2022, si llegara al quince por ciento, la cifra superaría ya el millón y medio.
Ante esta realidad y el previsible aumento del euríbor, el principal indicador de referencia de las hipotecas a tipo variable en España, el Día de la Educación Financiera que se celebra hoy cobra aún mayor relevancia que la sociedad adquiera algunos conceptos básicos para tomar decisiones con mayor conocimiento, como por ejemplo la posibilidad de cambiar una hipoteca variable por una fija.
Cambio de hipotecas
El Banco de España, en el portal del cliente bancario, recomienda echar cuentas y valorar bien el cambio, pero si finalmente se decide pasar una hipoteca de tipo variable a fijo, explica, hay tres formas de hacerlo: una novación, una subrogación o una nueva hipoteca.
En el primer caso, el cliente recurrirá a su mismo banco para cambiar las condiciones de la hipoteca y, si le convence la oferta, que tendrá que estudiar y formalizar ante notario, tendrá que pagar una comisión a la entidad en base al importe pendiente de pago.
En la subrogación, sin embargo, el cliente traspasa su hipoteca a otra entidad. Para ello, el nuevo banco deberá presentarle una oferta vinculante con las condiciones de la nueva hipoteca, aunque su anterior entidad tiene derecho a igualarla o incluso mejorarla.
Los gastos que están asociados a la subrogación de una hipoteca suelen ser superiores a los de la novación, recuerda el Banco de España.
Para los casos más graves, desde el portal kelisto proponen negociar con la propia entidad una carencia o una ampliación del plazo de amortización, aunque advierten de que a la larga podría tener consecuencias negativas.
En cualquier caso, serían más llevaderas que la opción de recurrir a la reunificación de deudas, según explican desde la Asociación de Usuarios Financieros, Asufin.