La fragata “Blas de Lezo”, integrada en el grupo aeronaval Dédalo 23, participa hasta el 27 de febrero en el ejercicio Neptune Strike, junto con el portaaeronaves “Juan Carlos I”, el portaaviones estadounidense “Georges H. W. Bush” y el italiano “Cavour”. Se trata de unas maniobras organizadas por la Fuerza Naval de Ataque y Apoyo de la OTAN en el Mediterráneo central “con la finalidad de poner a prueba la habilidad para integrar las capacidades que ofrecen los grupos de combate de los portaaviones para la defensa de la Alianza Atlántica”, afirman desde Defensa.
España aporta la F-103, el “Juan Carlos I” y la aviación embarcada, así como un batallón de desembarco y diferentes naves para realizar ejercicios anfibios. Está previsto que se realicen actividades en Grecia, Croacia, Albania, Rumanía o Hungría, entre otros países.
El grupo Dédalo, en el que también está integrado el BAC “Cantabria” se desvió durante una semana de su calendario previsto para acudir a Turquía a prestar ayuda humanitaria tras los terremotos. Ahora ha retomado su agenda.
El despliegue se mantendrá a lo largo del primer trimestre del año en cuatro fases, incluyendo actividades en las costas de Italia, Francia y Egipto. Servirá para preparar la calificación y certificación para su incorporación a la NATO Readiness Initiative (unidades de respuesta rápida en entornos impredecibles) en 2024.
La fragata "Álvaro de Bazán", que partió el miércoles en dirección al mar del Norte, se ha integrado ya en el grupo naval permanente de la OTAN en la zona (el SNMG-1 en sus siglas en inglés). Allí participará en ejercicios como el Dynamic Guard, el Joint Warrior o el Baltops. Está previsto que este despliegue dure cuatro meses.