Las maniobras Flotex 22 comenzaron ayer en el golfo de Cádiz, Mar de Alborán y campo de adiestramiento Sierra del Retín y se llevarán a cabo hasta el 24 de junio, con participación de más de medio centenar de unidades y 4.000 efectivos de la Armada, el Ejército de Tierra, el Ejército del Aire, agrupaciones de la OTAN y Euromarfor y unidades de Estados Unidos, Alemania, Italia, Reino Unido y Bélgica. Se trata, en palabras del almirante general Antonio Martorell, Jefe del Estado Mayor de la Armada, del mayor y más importante ejercicio no ya de la Flota, sino de la Armada.
En este gran despliegue para el adiestramiento de todo el espectro de las operaciones navales, incluyendo las de contraminado, guerra antisubmarina, de superficie, antiaérea y anfibia, se cuenta con presencia de buques con base en Ferrol. En concreto, y según la información facilitada por Defensa, participan los Buques de Aprovisionamiento en Combate “Cantabria” y “Patiño” y las fragatas “Blas de Lezo” (F-103), “Cristóbal Colón” (F-105) y “Almirante Juan de Borbón” (F-102).
Las marinas de otros países se suman con el portaaviones británic “HMS Prince of Wales”, la fragata canadiense “Halifax”, la italiana “Luigi Rizzo” –que junto con la “Santa María” operan con la fuerza marítima europea Euromarfor–, la belga “Leopold”, el cazaminas alemán “Bad Rappenau”; además de una compañía estadounidense de los US Marine Corps.
Las maniobras “suponen un salto cualitativo en el adiestramiento propio”, apuntan desde el Cuartel General de la Flota, y “permiten la evaluación de sus capacidades y del grado de interoperabilidad y coordinación entre unidades de distinta procedencia”. Se avanza en la mejora de capacidades objeto de atención en el Flotex del año pasado, con especial atención a la recuperación de personal, gracias a la capacidad aérea aportada por helicópteros y aeronaves de ala fija, y a la guerra de la información, que abarca aspectos como redes sociales, guerra cibernética o información pública, entre otros.