Fue seleccionado en todos los “talents” a los que en los últimos años se presentó pero, hasta ahora, la victoria se le había resistido. Su suerte cambió, sin embargo, en su paso por el concurso televisivo “Tierra de talento”, de Canal Sur. Ganó. “Ya tocaba”, dice.

El aresano Enrique Ramil (36 años) se mostraba ayer muy contento por una victoria convertida en una justa recompensa a su esfuerzo por mejorar día a día en lo que más le gusta hacer y a lo que se dedica profesionalmente, que es cantar.

La Batalla de los coros, Tú si que vales, Factor X (en Londres y en España), Operación Triunfo la preselección para Eurovisión forman parte de su experiencia musical desde 2008.

Durante su estancia en Londres, “donde tocaba en la calle”, le surgió un compromiso en Málaga para amenizar un cumpleaños. De ahí le fueron surgiendo más contrataciones, entre ellas la de un hotel que le ofreció un trabajo fijo, lo que le llevó a establecer su residencia en Benalmádena. Y allí sigue actuando.

Antes de la pandemia lo hacía tres días a la semana; ahora, uno, actividad que complementa con otro tipo de eventos que se han ido recuperando poco a poco.

Al igual que a otras muchas personas, el confinamiento lo dejó, a nivel profesional, en una situación delicada, por lo que decidió crear una escuela online a través de su web www.enriqueramil.com. “Di clases a gente de España pero también de otros países”, dice, “y esto fue lo que me mantuvo”.

Además de continuar con este proyecto, asegura estar trabajando en otros con “gente importante” del sector, aunque de esto aun no puede avanzar nada.

Además, tienen muchas ideas para invertir los 10.000 euros de la beca de formación que ha logrado en el concurso de Canal Sur. Lo que todavía tiene que esperar es su visita a su tierra, Ares. “En cuanto mejore la cosa, iré unos días”. Ramil se hizo con el triunfo en “Tierra de talento” al conquistar al jurado con su versión del tema “Mi soledad y yo”, de Alejandro Sanz. “Siempre consigue emocionarnos. Él canta y cuenta”, destacaban estos días desde el propio programa. l