La cantante de ópera Carolina Casanova Rodríguez, conocida en el mundo musical por Carolina Casanova de Cepeda, nació en el ferrolano barrio de Esteiro el 10 de enero de 1847. Bautizada el día siguiente en la iglesia de San Julián, fue la cuarta hija del matrimonio formado por Luis Casanova Pérez y Rosa Rodríguez da Veiga, ambos naturales de Ferrol.
Huérfana de padre desde el año 1852, Carolina Casanova mostró una gran aptitud para la canción, debutando con 16 años en el Teatro Filarmónico de la ferrolana calle Magdalena. Pronto pasó a estudiar solfeo con Francisco Piñeiro, director del citado teatro y músico mayor de la Armada, el cual, observando su talento y aptitudes, le consiguió el papel de soprano en una compañía de ópera que actuó en Ferrol, con la que pronto se presentó en el Teatro de la Zarzuela de Madrid.
El año 1866 se casó con el compositor Luis Rodríguez de Cepeda, al que conoció en Madrid y que prácticamente le duplicaba en edad en aquel momento, adoptando como suyo el segundo apellido de su esposo. Luis Cepeda compaginaba la dirección y la composición musical, siendo el autor de diecisiete obras de zarzuela, entre ellas “El esclavo” y “La señora del sombrero”. En diferentes momentos de su vida dirigió las orquestas de los Teatros Príncipe, Circo, de la Zarzuela y Variedades.
Una vez casada, Carolina Casanova pasó a estudiar Arte Dramático en Roma y Solfeo y Canto en París, ciudad en la que tuvo a su primer hijo, Luis. Después de terminados estos estudios, la cantante ferrolana comenzó una intensa actividad artística. Acompañada de su esposo recorrió los principales teatros de España y luego los de Europa, desde Portugal hasta Rusia, recorriendo después toda Latinoamérica.
Debutó con la ópera “Rigoletto” en Palma de Mallorca, para seguir sus actuaciones en el Teatro Principal de Valencia y en el Liceo de Barcelona. Tras una serie de actuaciones en el norte de Europa, a partir del año 1871 realizó una fructífera y exitosa gira por Latinoamérica, actuando en Lima, Valparaíso, Río de Janeiro y Buenos Aires, finalizando el año 1872 en Montevideo en cuyo Teatro Solís permaneció una larga temporada, interpretando entre otras obras las óperas “La Traviata”, “El Barbero de Sevilla”, “Norma” y “Un Ballo en maschera”.
De vuelta a Europa fue contratada por el Teatro Real debutando con “Norma” de Vicenzo Bellini el 12 de Marzo de 1873, cantando en días sucesivos “La Traviata” de Verdi y “Ruy Blas” de Marchetti. A pesar de la buena acogida del público, según informa su biógrafa Mercedes Puyol, las críticas recibidas fueron la causa de que la soprano ferrolana no volviese a actuar en el Teatro Real madrileño hasta el año 1885.
A finales de ese mismo año 1873, Carolina Casanova se encuentra en Italia donde actúa con total éxito de crítica y público en el Teatro dal Verme de Milán, Teatro Comunale de Turín, y ya a partir del siguiente año 1874, en el Teatro Regio de Turín y el Teatro San Carlos de Nápoles, escenarios donde interpretó las más prestigiosas obras de ópera de diferentes autores italianos. Remató su larga estancia en Italia, actuando en la primavera de 1876 en el Teatro Real de Parma en homenaje a Giuseppe Verdi.
Poco después, en diciembre de 1876, hizo su presentación en el Liceo de Barcelona, donde prolongó sus actuaciones hasta marzo de 1877, interpretando, entre otras, obras de Verdi y Meyerber. El Liceo de Barcelona se convirtió en un lugar de repetidas actuaciones exitosas de Carolina Casanova. Allí volvió a actuar de octubre a diciembre de 1881, acompañada de Julián Gayarre, repitiendo su presencia en el mencionado teatro catalán en diferentes momentos entre los años 1883 y 1888, este último año coincidiendo con la Exposición Universal de Barcelona, de gran importancia para la ciudad condal.
Carolina Casanova siguió actuando hasta el año 1893 en diferentes lugares de España, especialmente en el Teatro Real de Madrid, y del extranjero, como el Covent Garden de Londres, el Teatro Imperial de San Petersburgo y la Ópera de París, ciudad esta última a la que estuvo muy ligada al pasar varias temporadas en un hotel cercano a la capital. En marzo de 1892 fue nombrada profesora de Canto de la Escuela de Música y Declamación, más conocido como el Conservatorio, de Madrid.
En cuanto a su vida familiar, la cantante ferrolana enviudó el 15 de diciembre de 1889 de Luis de Cepeda, con el que había tenido dos hijos. Según sus biógrafos el año 1895 aparece casada nuevamente; su segundo esposo era un tenor orensano, Miguel Campo Herbella, trece años más joven que Carolina y del que enviudó pronto. Se considera a Carolina Casanova una artista muy completa, que a su magnífica voz unía su gran talento como actriz, lo que le sirvió para estrenar muchas obras expresamente escritas para ella. Falleció en Madrid el 8 de febrero de 1910, siendo enterrada en el cementerio de la Sacramental de San Justo.
En Galicia, Carolina Casanova no se prodigó en sus actuaciones, aunque muchos veranos se trasladó a descansar en su tierra natal. La prensa de la época recoge su presencia veraniega en Vilaboa, municipio coruñés de Culleredo, si bien autores como Xaime López consideran que pudiera tratarse realmente de la presencia de Sofía Casanova, conocida novelista y periodista coruñesa.
Aunque Carolina Casanova de Cepeda carece de un reconocimiento explícito de Ferrol, la ciudad donde vio la luz, tanto Mercedes Puyol, en un completo artículo de la revista FerrolAnálisis, como el historiador ferrolano Xaime López y la publicación Ferrol en Feminino han llevado a cabo diferentes trabajos donde se informa de la vida y obra de la conocida cantante lírica ferrolana.