La pesadilla de los vecinos de la urbanización Ciudad Jardín de O Vinculeiro parece haber llegado a su fin, con el anuncio de la conclusión de las obras de reparación de todas las deficiencias con las que conviven desde hace más de una década los propietarios de las viviendas.

El alcalde, Ángel Mato, y el edil de urbanismo, Julián Reina, visitaron ayer la zona con las buenas noticias de la recepción de la obra. El siguiente paso será la concesión de las solicitudes de primera preocupación, que todavía no poseen quienes residen allí desde hace años. Hasta el momento son 58 las peticiones, que ya se encuentran, com o anunció el regidor local, en revisión.

Mato recordaba ayer in situ que un solo vistazo al entorno deja de manifiesto lo que ha cambiado. Aceras, plantaciones, pista deportiva, accesos y servicios básicos mejoran notablemente un espacio que se vio perjudicado en su momento por la quiebra de la empresa constructora que dejó la urbanización sin rematar.

La situación afectaba no solo al día a día de residir en una zona sin las comodidades pertinentes sino a los propios vecinos que se hallaban hasta ahora en una inseguridad jurídica, ya que no cuentan ni siquiera con licencia de primera ocupación.

En este sentido, el alcalde,  Ángel Mato, indicó que estas se otorgarán individualmente lo más ágilmente posible y manifestó su deseo de que “en breve estas viviendas desocupadas resulten atractivas para cualquier promotor y que puedan dar continuidad al barrio, que hoy se ve más agradable que como estaba anteriormente”.

Trabajos realizados

Entre los trabajos a los que se ha hecho frente por parte del Concello se encuentra el acondicionamiento de la pista deportiva, la conexión de la avenida de O Vinculeiro con la carretera de Santa Icía mediante un paso de peatones, la conexión con O Boial y la  continuación de la acera oeste de la urbanización, que da continuidad al itinerario peatonal desde la avenida Buque Escola Galatea hasta la calle Cruz de Arriba.

El proyecto también incluyó la ejecución de la rasante de la acera entre la carretera de Santa Icía y la rotonda norte de la urbanización. Asimismo, se procedió a la colocación de rampas de acceso a las viviendas. Se instaló, asimismo, una banda de baldosas direccionales en todos los pasos de peatones en el interior de la urbanización y se repararon las aceras en mal estado. Glorietas, reparación de abastecimiento de agua, saneamiento, pluviales, zonas verdes con plantación de arbolado, alumbrado público, rozas y limpiezas e instalación de mobiliario urbano como bancos o papeleras completaron las intervenciones ejecutadas, que supusieron una inversión de unos 700.000 euros.