Ferrol extiende las Pequeparadas a todos los centros educativos de la ciudad, con la excepción del CEIP de Valón. Estos espacios para parar el coche y dejar o recoger a los hijos e hijas en los colegios estaban hasta ahora funcionando en las proximidades de media docena de escuelas (Isaac Peral, Mercedarias, Ponzos, Lestonnac, Cruceiro de Canido y Esteiro). El gobierno local está en proceso de extender su uso a todos los demás.

El funcionamiento de estas Pequeparadas (en otros municipios nombradas como Bica e Arrinca) implica que durante un período de tiempo que coincide con las entradas y salidas de los colegios, las zonas señalizadas solo se pueden utilizar para realizar estacionamientos de un máximo de cinco minutos. Esto permite que, en el caso de los estudiantes que no utilicen el transporte escolar ni vayan a pie, se realice una parada rápida para que bajen del vehículo o, en el caso de los más pequeños, dé tiempo a acompañarlos a la puerta. 

Se facilita así una rápida rotación que ayuda a regular el tráfico, aunque no soluciona la congestión que se da en horas punta en los accesos a los centros educativos. Tampoco es una medida que disuada del uso del vehículo privado o de desplazamientos alternativos pero contribuye a aligerar el atasco actual.

Para el correcto funcionamiento de estas Pequeparadas se debe, en primer lugar, cumplir la norma de dejar libre ese espacio en los horarios indicados, que varían en función del centro educativo pero que pueden tener una duración de entre media hora y una hora y desarrollarse también por la tarde. También los usuarios deben tener en cuenta las instrucciones y no aparcar más tiempo del que se permite (pueden ser cinco minutos o incluso un minuto sin permitir el abandono del vehículo, solo para desembarcar pasajeros).

Las quejas de los padres y madres proceden mayoritariamente del mal uso que se hace de estas plazas, que en ocasiones se ocupan por la noche y no quedan liberadas para la entrada en el centro educativo, algo que ocurre también en otros horarios. También el mal uso por parte de los responsables de los estudiantes, que estacionan más tiempo del debido y anulan el efecto de rotación rápida que puedan tener estos espacios, suscita protestas.