Xavier García-Armero reside en A Coruña donde también trabaja al frente de la Consultoría Autista, del proyecto “Rumbo” de la Federación Autismo Galicia. También se prepara en el SAF de Aspanaes.
¿Cómo define el autismo?
Me diagnosticaron de Trastorno del Espectro del Autismo a la tardía edad de 38 años. El término autismo no es nada peyorativo, aunque en la sociedad se vea de otra forma, claramente por desconocimiento, ya que se calcula que una de cada 100 personas en Galicia tiene algún tipo de TEA; si lo extrapolamos al mundo entero.... Hay gente con mayores o menores necesidades de apoyo, algunas personas no hablan pero se hacen entender, otras hablan por los codos, etc. Se podría decir que hay tantos tipos de TEA como personas que lo tienen. En mi caso concreto ha sido como una liberación, ya que haber vivido prácticamente toda mi vida sin tener constancia, sólo indicios, de no encajar en la sociedad neurotípica y tener, por fin, un diagnóstico, permite entender tantas dificultades a la hora de interactuar en esta sociedad.
¿Cómo está siendo su experiencia en Aspanaes?
En Aspanaes Ferrol empecé en el SAF (Servicio de Apoyo y Formación) desde el principio. Conocí a la persona que puso en marcha dicho servicio y empecé ya en enero; ha sido, con diferencia, una de las mejores decisiones que he tomado desde el diagnóstico. Al principio iba al taller de Habilidades sociales, que consistía en hacer salidas a la comunidad, dar paseos, tomar algo en cafeterías, ir en bus... Dicho así, la sociedad pensará que estábamos perdiendo el tiempo, pero en realidad es un servicio fundamental para muchas personas con autismo, porque en esas salidas se trabajan varios aspectos que no se pueden trabajar si estamos en un aula como el manejo del dinero y que te den la vuelta, la paciencia al tener que esperar en la parada del autobús, saber cuál es el que tienes que coger, etc.. Un día fuimos en tren a Xuvia y, para la vuelta, el tren que tendría que venir de Ortigueira se canceló; gracias a eso, pudimos trabajar la gestión de los imprevistos. También pasé por el taller de oposiciones para preparar la de Celador del Sergas, aprobé el examen pero no conseguí la plaza, y por el taller de Cocina y hábitos saludables, en el que íbamos a un piso tutelado de Aspanaes, a manejarnos en actividades básicas de la vida diaria.
¿Cómo les ayudan los pictogramas?
Son una herramienta fundamental para muchas personas con autismo, para poder anticipar lo que va a pasar y estar más tranquilos. Nuestro cerebro procesa la información de manera diferente a la sociedad neurotípica y muchas veces necesitamos que se nos anticipe qué vamos a hacer, cuándo... y los pictogramas son clave. Estos dibujos están pensados para que todo el mundo, independientemente de si lo necesita o no, pueda acceder a cualquier producto, bien o servicio; hay gente en particular que los pictogramas les ayudan para comunicarse a diario. Mi hermana, que tiene autismo, fue con mis padres a Santiago al dentista y, en el coche, le dieron una serie de pictogramas: primero, la foto de nuestros padres en el coche (para indicarle que iba a ir a un trayecto largo) y, al lado, un pictograma de un dentista (para que sepa a dónde iban a llevarla). Después tenía otros pictogramas de que hay que esperar a que les llamen, que tiene que abrir la boca, que ahora le van a acercar el espejo, los diferentes aparatos que utiliza el dentista... para anticiparle paso a paso lo que va a pasar. A otras personas con autismo, como es mi caso, nos resultan más útil apoyos visuales como vídeos realizados en Canva. Yo empecé a trabajar en la Federación Autismo Galicia, en Santiago y, una trabajadora de Aspanaes, montó un vídeo de menos de 2 minutos explicando paso a paso lo que tenía que ir haciendo desde que descargase la aplicación de Renfe para utilizar el abono gratuito, explicando que tengo que pasar el control, el número de vagón, el número de asiento, el andén del que va a salir el tren (desde el panel principal de la estación), las escaleras doradas que hay saliendo de la estación del tren de Santiago, la parada del bus indicando el bus que me llevaría hasta la Federación Autismo Galicia (FAG). Resultó un vídeo explicativo muy bien montado; no había ido nunca a Santiago, aparte, al salir de la estación de tren de Santiago había quedado con el monitor de Aspanaes Ferrol, Fernando García, nuestro preparador laboral, que me acompañó el primer día, pero, con ese vídeo, no he tenido ningún problema para llegar al trabajo. Curiosamente, cuando subíamos las escaleras, nos encontramos con la trabajadora de Aspanaes que había hecho el vídeo en Canva, ella hace el viaje al revés, de Santiago hasta A Coruña, y ya le dimos las gracias por el vídeo. Me atrevería a decir que ese vídeo fue una serie de pictogramas explicativos pero montados para verlos en formato vídeo así que sí; los pictogramas son muy importantes para las personas con autismo. Nos simplifican la vida y, por lo tanto, nos ayudan a estar más tranquilos al anticipar los pasos que vienen a continuación.
¿Qué falta por hacer?
La sociedad neurotípica, poco a poco, va cambiando la mentalidad... Debería haber más tolerancia y respeto... Un día fuí al médico a pedir un certificado de que puedo trabajar, mi médico no estaba y, la que lo sustituyó, me dijo que me sentara al fondo. Me dijo: “Tienes autismo, ¿sabes que tengo que ponerlo?” Afirmé y, mientras escribía, me miró de reojo un par de veces. En vez de dármelo en la mano fue a buscar un sobre que leí en casa y ponía que podía trabajar, pero al tener autismo podría tener problemas de conducta con algún trabajador. Si aún hay médicos que se creen esos mitos, imagínate lo que tiene que cambiar la sociedad para que personas con autismo podamos tener las mismas oportunidades...