Contratar personal en hostelería, una gran odisea para los responsables del sector

Contratar personal en hostelería, una gran odisea para los responsables del sector
Encontrar mano de obra para el sector es cada vez más complicado |AEC

La hostelería local vive un buen momento, al menos eso parece cuando uno pasea por las calles de la urbe y echa un vistazo a terrazas y restaurantes. La realidad, como apuntan desde el sector, no es solo ver una terraza llena, ya que eso no siempre es sinónimo de que haya suficientes beneficios. Para ofrecer un buen servicio hay que contar con el personal adecuado y esto sí que está siendo un problema para el sector.
Manuel Anca es el responsable del Restaurante O Roibén, en Fene. Este hostelero de extensa trayectoria profesional asegura que perder un trabajador por el motivo que sea y tener que buscar un sustituto es “una tarea cada vez más complicada, ya no sabes a dónde recurrir para encontrar a alguien que quiera trabajar en un sector como este y que esté medianamente preparado”, lamenta. La dificultad radica tanto en encontrar personal para sala como para cocina.


Otros negocios de la ciudad, algunos de los cuales están destacados en guías tan prestigiosas como Michelín, también tiene problemas para encontrar personal, como Modesto, que busca ampliar equipo de cocina y sala para su restaurante. En las mismas estuvieron por un tiempo en O Camiño do Inglés. Dos conceptos de cocina, tradicional y contemporánea, que deben emplearse de igual modo en la difícil tarea de contratar personal.


El propio Daniel López, chef de O Camiño do Inglés, aseguraba hace unas horas que la “imposibilidad de contratar a un jefe de cocina me ha obligado a cambiar el concepto del negocio, no he sido capaz de encontrar un sustituto para ese puesto que se quedó vacante, así que ahora trabajamos de otra manera, mucho más tranquilo, puedo decir, pero a ello me han llevado las circunstancias”, asevera.
El responsable de O Camiño do Inglés también considera que se trata de un problema local pero también global y que cada vez es más complicado encontrar a gente que quiera dedicarse a la hostelería. “No es fácil trabajar cuando los demás disfrutan, y los horarios son los que son”, argumenta.


También considera que algo no se está realizando correctamente desde el sector formativo. “Cada vez hay menos alumnos en las escuelas de hostelería, algo se está haciendo mal, a los jóvenes no les resulta nada atractivo dedicarse a esto y creo que tampoco se está sabiendo captar a ese alumnado”.

 


Modesto, 52 años de experiencia
 

No le falta experiencia en el sector a Modesto Méndez Otero, de Casa Modesto. Asegura que en su extensa trayectoria no recuerda que costara tanto contratar a alguien como ahora. “Llevamos dos meses buscando cubrir estos puestos para cocina y sala y no está resultando nada sencillo”. Pese a llevar toda su vida dedicándose a esta profesión, 48 a este negocio, hace una lectura positiva de lo que está pasando. “Lo que sucede ahora es bueno en el fondo, quiere decir que la gente ya no está dispuesta a vivir en un ambiente de explotación como se podría decir que vivimos muchos hosteleros durante mucho tiempo, hay que entenderlo, respetarlo y hasta aplaudir que hayamos llegado a esta situación, es hasta positivo que así sea, pero por eso el sector debe cambiar, lo está haciendo”, puntualiza. Modesto sostiene que ahora también le toca cambiar al cliente. “

 

Los clientes deben saber que las personas que se dedican a la hostelería también necesitan vivir, han de venir antes al restaurante, cenar y no pretender pasar horas eternas en los locales, porque en los restaurantes hay personas que también tienen sus vidas y derecho a disfrutarlas”. 

En su caso buscan dos perfiles sencillos, el de alguien que se desenvuelva bien en sala y alguien para cocina. "No somos muy exigentes, pero si que es neceario que las personas que vengan tengan algo de experiencia, aquí movemos muchos vinos y es necesario manejarse bien en ese terreno", explica.

 

Este mítico restaurante de Serantes solo abre una noche a la semana, la del viernes, todo un lujo que se permiten muy pocos negocios que se dedican a la hostelería  hoy en día y que, visto lo visto, tal vez debieran imitar más. 

 

 

El restaurante Frank cierra sus puertas en la calle San Francisco y se traslada al centro

 

El restaurante Frank era hasta hace unos días un imprescindible más de la oferta gastronómica de la ciudad, más concretamente de la que se asienta en la mítica calle San Francisco, núcleo de propuestas muy consolidadas ya como la de Bacoriño, Josefa´s Bar y el propio Frank. 


Fue en las pasadas fiestas navideñas cuando los responsables de este restaurante de Ferrol Vello felicitaban a su clientela al tiempo que les informaban de que iniciarían una nueva etapa profesional, cerrando las puertas de su pequeño y coqueto local, situado en el número 42 de la referida vía. En la misma publicación indicaban que abrirían un espacio nuevo, con distinto nombre, en el número 57 de la calle del Sol. El local, que se ha granjeado una clientela muy fiel tras 12 años de trayectoria, llegó a ser destacado por la Guía Michelín, habiendo logrado hacerse con uno de los galardones Bib Gourmand en el año 2022. Asimismo, cosecha excelentes comentarios de quienes han probado su comida en los principales portales gastronómicos. Ahora falta conocer la nueva propuesta de esta etapa que arranca en breve, que seguro vendrá cargada de éxitos.

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