“Gracias en nombre de estas dos jóvenes y valientes periodistas que no han podido recoger este premio”, decía este viernes Maribel Tellado, de Amnistía Internacional, que junto a Alfonso Bauluz, presidente de Reporteros Sin Fronteras España, subieron al escenario del Jofre en representación de Nilufar Hamedi y Elahe Mohammadi, las dos profesionales iraníes que ganaron la vigésima edición del Premio José Couso a la Libertad de Prensa.
“Una compañera me dijo que esta gente pone el cuerpo para las balas”, continuó, reivindicando que “las y los periodistas no deberían tener que poner el cuerpo para las balas ni para las bombas ni para las rejas ni para los tribunales; pero lo hacen, y gracias a ello, los que estamos detrás de esos cuerpos tenemos esa información y debemos valorarla y usarla para defenderlos”.
El intenso programa de actos del Couso comenzó a las 17.30 horas con la ofrenda floral en el monumento de As Ceibes, presidida por el alcalde, José Manuel Rey Varela. El decano en funciones del Colexio de Xornalistas de Galicia, Francisco González Sarria, y la presidenta del Club de Prensa de Ferrol, Julia Díaz, arroparon a la periodista Marta Otero, quien leyó el manifiesto por parte de la entidad colegial remarcando que el oficio “merece a pena porque, dende a humildade, o noso labor é hoxe máis que necesario, urxente. Ante a desinformación, xornalismo”.
Precisamente, los bulos y las ‘fake news’, además de la tecnología al servicio de la manipulación, se abordaron más adelante como los grandes retos del periodismo actual. Tras firmar en el Libro de Oro del Concello ferrolano en el propio teatro junto a ediles de todos los grupos de la Corporación, Bauluz y Tellado compartieron experiencias en un coloquio dirigido por Verónica Vázquez, periodista de Diario de Ferrol, en el que profundizaron tanto en las amenazas de los profesionales a nivel internacional como también en España.
Analizaron el contexto de Irán, un país donde se está produciendo “un tsunami de tortura” y existe una “impunidad total”; pero también, en el que resiste “gente valiente, periodistas, cineastas, artistas, jóvenes y mujeres combativas” que aprovechan “rendijas” para contar lo que sucede, como Hamedi y Mohammadi. Con la periodista de Cope Ferrol, Ada Romero, a cargo de la presentación del acto, a continuación, uno de los fundadores de este periódico y su primer director, Man Castro, firmó el segundo manifiesto de la jornada, esta vez encomendado por el Club de Prensa.
En su caso, la reivindicación pasó por "a hixienización do discurso político, o exercicio dun xornalismo incómodo para os poderes sustentado nos valores clásicos da veracidade e do rigor da mensaxe". Seguidamente, las premiadas se asomaron al escenario en un vídeo que recordó su trayectoria y el caso de Mahsa Amini, la joven muerta tras ser detenida por la policía de la moral en Irán por, supuestamente, llevar mal colocado el velo. Informar y denunciar las circunstancias de su fallecimiento, llevaron a Hamedi y Mohammadi a la cárcel 17 meses con la prohibición de no ejercer la profesión de por vida ni establecer contacto fuera del país.
Tras entregarles el galardón junto a Díaz y González, Rey Varela recordó a José Couso y a su familia como ferrolanos, asegurando que para la ciudad es un “orgullo” seguir siendo la sede del galardón. Enumeró a los finalistas, entre ellos a Pablo González, y mencionó la “extensa lista de informadores que pagaron coa súa vida o desempeño da súa profesión”. Valorando que se trata de “unha das máis perigosas”, citó al propio Bauluz deseando que “este premio sirva tamén para recordar a todas as vocacións xornalísticas”. El broche musical a la cita, tras la fotografía de familia, lo pusieron Fausto Escrigas y Cabe García.