Los escaparates apuran la recogida de calabazas, brujas y arañas que representan las fiestas de Halloween y Samaín para pensar ya en las próximas navidades, nueva fiesta de referencia en el calendario. Pero algunas han sido verdaderamente previsoras, como suelen serlo en los ultimos años, precisamente para poder surtir a las casas y a los comercios y establecimientos de la ciudad de todo aquello que requieran para ornamentar sus negocios u hogares. Es el caso de La Ilusión, todo un referente navideño en la ciudad.
Los escaparates de este establecimiento, en la calle María, dejan ver ya desde finales de octubre los enormes perros y osos polares que simbolizan esas fechas y que, acompañados, de búhos, árboles de Navidad, nacimientos y bolas de colores otoñales muestran una gran oferta de adornos que, además, son todo un ejemplo de escenificación posible.
La propietaria de La Ilusión, Patricia Serantes, es también desde el año pasado la encargada de representar esa Navidad que plasma en sus escaparates para toda la ciudad, convirtiendo la pajarera del Cantón –ahora rebautizada como cristalera de la Navidad– en uno de los espacios más visitados por su decoración en las fiestas y no puede hacerlo con más ilusión, como guiño, de hecho, a su propio establecimiento comercial.
De este modo, Patricia Serantes comenta que “mi madre me llevaba allí desde casi estaba aprendiendo a andar. Tengo una foto con la pajarera antigua detrás y cuando, el año pasado, me ofrecieron decorarla enseguida se me vino esa foto a la cabeza”.
Lo cierto es que en las Navidades pasadas fue una de las iniciativas que más halagos y visitas recibió, por lo que el nuevo ejecutivo no ha dudado en volver a incluirla en la decoración de estad fiestas. Con respecto a qué elementos y motivos tendrá este año la cristalera, la decoradora no ha querido adelantar acontecimientos, si bien señala que habrá sorpresas y no emulará sus escaparates de la calle María.
“Haremos alguna sorpresa, no se puede desvelar, pero en cuanto se produzca el encendido de las luces se inaugurará la cristalera de Navidad y procuraremos que Ferrol disfrute desde el primer día”, apunta.
Este año, además, el ambiente llegará antes, el 1 de diciembre, fecha señalada para el pistoletazo de salida con el tradicional encendido, incluida la pajarera, por lo que en poco más de tres semanas desvelará esa decoración que estará cargada de animales, vegetación y luz y color.
La misma temática que esta profesional de la decoración floral quiere transmitir y que se lleve a todos los hogares o establecimientos que lo deseen. Por eso, más allá de vender Belenes o bolas navideñas, monta cada año una exposición no solo para inspirar en las decoraciones particulares sino también para mostrar el producto más allá de nacimientos o bolas en estanterías.
“Antes me daba diciembre sin el escaparate montado tras las ventas de Difuntos, por eso hace ya tiempo que he decidido montarlo antes de Todos los Santos, para tan pronto acabe una campaña pueda comenzar la otra y, además, los comercios tengan a su disposición el material que deseen para decorar sus escaparates”, Indica Serantes.
Más allá de una masiva oferta de elementos, los que oferta La Ilusión se caracterizan por su exclusividad y calidad. Hay elementos para cualquier casa, para adaptar a pequeños escaparates y, por supuesto, para los grandes, con los más llamativos adornos.
Los precios son reflejo de la calidad del producto, por lo que la decoradora reconoce que no hace falta comprar muchas bolas o figuras, “. Yo siempre hice eso de comprar una bola o un detalle en cada sitio al que iba, de Italia, de Francia...”, explica, por eso en su establecimiento se puede encontrar esa exclusividad.
“Una bola puede costar ocho euros pero son adornos especiales, belenes gallegos, nacimientos italianos, para ir sumando elementos cada año o el que tiene casa nueva y la adorna por primera vez, que pueda montar un belén bueno. Los hay desde 50 euros a 500, pero todos con una gran calidad, de resina, bien terminados, con caritas dulces... vamos, que son lindos”, apunta.
Por el muestrario que son sus escaparates han pasado desde un árbol mágico al que le caían las bolas desde un cubo a una estructura, del año pasado, que llovía Navidad. En esta ocasión, una pared con las bolas y luces compite con un bosque encantado, oscuro, otoñal y con sus búhos. “Cada año los presentas de una manera, no es lo mismo verlo uno detrás de otro, ni un nacimiento sin más, intento mostrar lo que se puede hacer con los mismos o parecidos elementos”. Sin duda, lo consigue y, aunque ya se puede disfrutar de un aperitivo navideño en la calle María, todos esperan ya asomarse a la cristalera del Cantón para poder respirar Navidad.
Quedan algo más de tres semanas para que la ciudad se ilumine en calles y plazas de la ciudad y la zona rural. Por eso, teniendo en cuenta que el Concello dispone de algunos elementos de su propiedad, a los que se sumarán los de contrato ya adjudicado, se ha iniciado ya el montaje de algunas luminarias en farolas de carreteras y calles, como en la avenida do Rei. El mal tiempo y los fuertes vientos harán que la continuación del proceso espere a que el temporal amaine, con el fin de que no se produzcan desperfectos antes incluso de que se concluya con la colocación.