La primera fase de la rehabilitación de la iglesia de Dolores, en la calle Méndez Núñez, sufragada con fondos de la Consellería de Cultura, está concluida y se entregará a la Diócesis a finales de este mes. Así se transmitió en la reunión de la comisión pro-rehabilitación de este miércoles, en la que estuvo presente el obispo, Fernando García; el arquitecto que ha dirigido las obras, José Romero; y el responsable diocesano de este sector, David Sanesteban; así como los párrocos y miembros de la parroquia y cofradía de Dolores.
Quedan por delante otras dos fases antes de completar la restauración del templo, y se trabaja con la previsión de poder abrirlo completamente al culto en la Semana Santa del año 2023. Para ello, se trabaja en la búsqueda de fondos con los que sufragar los trabajos. La primera fase, ahora concluida, tuvo un coste de unos 260.000 euros, con cargo a la administración autonómica. Para la segunda y tercera se necesitan 180.000 euros.
Las obras que ahora concluyen consistieron en la corrección de problemas estructurales derivados de la antigua edificación, con problemas de cimentación que afectaban gravemente la estabilidad de las bóvedas y de las torres. También se han renovado las cubiertas del templo, que han sido rematadas con uralita y teja.
Así, como explican desde la Diócesis, “se garantiza la seguridad estructural y la estanqueidad”.
La comisión agradece la implicación de la Consellería de Cultura en la rehabilitación “de este templo emblemático para la ciudad”.
La segunda parte de los trabajos se financiará con donaciones y con fondos que aporta la Diócesis de Mondoñedo-Ferrol de su presupuesto. Ya se han conseguido 45.000 euros y la comisión, que agradece estas cuantías, recuerda que las cuentas bancarias permanecen abiertas.
Una cantidad similar, 45.000 euros, será la que aporte la Diócesis para unos trabajos que consistirán en la renovación de las cubiertas de la sacristía, el encintado de las torres para impedir filtraciones de agua, la renovación del forjado del coro y el arreglo del dintel de la puerta de entrada. Quedarían así finalizada la actuación estructural sobre el templo.
Una tercera fase, que se estima con un coste también de 90.000 euros, conllevaría el acondicionamiento de morteros interiores y exteriores y la renovación de la instalación eléctrica e iluminación, así como otros elementos ornamentales. Para acometerla hay que espera al menos un año porque se debe ventilar lo suficiente como para eliminar las humedades ahora existentes. En ese tiempo se podrán buscar vías de financiación, para lo que se mantendrán reuniones con distintas administraciones y se llevarán a cabo iniciativas como jornadas de puertas abiertas, publicación de trípticos, difusión en redes sociales, colectas y encuentros diversos.
El objetivo es el de que esta iglesia pueda estar abierta completamente al culto en la Semana Santa del año 2023, que se celebrará entre el 2 y el 9 de abril, y que se pueda celebrar una misa semanal, cada sábado, además de los cultos propios de la Cofradía de Dolores.