El público que respaldó este miércoles en Ferrol al equipo de "Rapa" en el estreno de su tercera y última temporada en el teatro Jofre acabó ofreciendo una sonora ovación tras visualizar el primero de los capítulos, que ya se puede ver también en Movistar Plus+, y en el que cobra protagonismo el barrio de Caranza, la parroquia valdoviñesa de Pantín e incluso la discoteca Onda, de Ferrol.
Cuando los creadores de la serie hablan de una "trilogía ferrolana" no están exagerando para tocarle la fibra a una ciudad que ya se han metido en el bolsillo. Que sus dos protagonistas, Mónica López y Javier Cámara, hayan ejercido de embajadores de Ferrol todo este tiempo, incluso recordándoles a los locales las bondades de la zona, tiene mucho que ver con la calurosa bienvenida que siempre ha tenido el equipo.
Lo resaltaban este miércoles antes del estreno en el Jofre, valorando que los vecinos aguantaron con paciencia los cortes de calles, la falta de aparcamiento y otras situaciones derivadas de la producción, dándoles las gracias por ello desde los actores a los productores, pasando por los hermanos Coira, creadores de la serie.
Con el teatro lleno, los primeros compases del primer capítulo nos llevan hasta Navantia y son los soldadores los que cobran protagonismo. No obstante, poco después nos conducen hasta el entorno de la playa de Pantín, que tiene una relevancia muy especial en la trama y cuyo paisaje, visto en la pantalla, vuelve a sorprender por su belleza aunque sea un emplazamiento más que conocido.
Llama la atención también otro lugar que, inesperadamente, se vuelve una pieza clave de la acción: la discoteca Onda, en Ferrol, punto de encuentro habitual de jóvenes y no tan jóvenes. En paralelo, Caranza es otro de los escenarios importantes aunque en este primer capítulo se desprende de nuevo un cierto halo de estigmatización al volver a explotar la parte más "quinqui" del barrio.
Sin embargo, también allí se encuentra el hospital al que acude Tomás, y no es el Ribera Juan Cardona en este caso. Un Auditorio de Ferrol reconvertido en sanatorio muestra a través de su cristalera la ría y el perfil industrial de grúas que caracteriza el barrio y la ciudad. De nuevo, el filtro de la pantalla hace que se vea con nuevos ojos. Eso sí, seguro que estos escenarios no van a ser los únicos en sorprender en esta traca final de "Rapa".