F-110, la palanca del cambio de modelo productivo en el astillero de Ferrol

El nuevo programa de fragatas para la Armada está en el centro de la innovación en la factoría local
F-110, la palanca del cambio de modelo productivo en el astillero de Ferrol
La construcción del edificio que albergará el centro de excelencia avanza según las previsiones | Navantia

El Centro de Excelencia del Gemelo Digital (CoEx Digital Twin), la herramienta con la que Navantia monitorizará el comportamiento de todos los buques diseñados y fabricados en sus instalaciones, avanza según los plazos previstos. Así, la empresa adjudicataria, Acciona, ya ha concluido la estructura y la próxima semana comenzará a levantarse la envolvente de muro cortina de vidrio, una solución vanguardista que no pasará desapercibida para quien pasee por Caranza o por la otra banda de la ría. 

 

Si no hay contratiempos, el edificio estará finalizado en diciembre de este mismo año, tras la inversión de 6,8 millones de euros, a los que hay que añadir 1,3 en equipamiento. Más allá del diseño de esta nave de algo más de 2.800 metros cuadrados divididos en tres plantas –que albergarán oficinas, espacios de innovación y zonas de exposición–, el Centro de Excelencia del Gemelo Digital reforzará, explica el grupo naval público, la “visión estratégica y operativa” de la compañía, dando  servicio no solo al astillero de Ferrol, sino a todos los centros de la compañía. 


El CoEx de la factoría local formará parte de una red de ocho, uno de ellos muy próximo, el de Seanergies de Energías Verdes en la factoría fenesa. Su misión será actuar como “punto de encuentro estratégico de divulgación, generando un foco de innovación y proyección de la transformación digital” en la que está inmersa la compañía y que avanza en los diferentes frentes que materializan la apuesta por la innovación. Esta misma semana, Navantia informaba del inicio de la colocación de los pilares de la futura Fábrica de Bloques Digital, que se levanta también en el astillero ferrolano, con la que, en la práctica, se implantará un nuevo sistema de producción. 


Con el CoEx Digital Twin se podrá implantar el Negocio de Sistemas de la ría, además de actuar como catalizador para la creación de un “germen de empresas del sector tecnológico” y de constituir un polo tecnológico o un punto de encuentro que atraerá perfiles digitales al centro productivo de Ferrol y lo convertirá en puntero a nivel mundial en el desarrollo de este tipo de tecnología. Esa es la idea en la que la cúpula de la compañía ha venido insistiendo a lo largo de los últimos tiempos: conseguir que el astillero de la ciudad siga siendo un referente en la construcción de fragatas.


Un proyecto transformador 


Cuando se planteó el programa de construcción de las cinco unidades de la serie F-110 para la Armada española, Navantia tenía claro que debía ser más que un plan doméstico de fabricación de buques multipropósito. Era la misma opinión extendida en el Ministerio de Defensa. 


La experiencia adquirida con el modelo anterior, el de las F-100 –que se exportó a otras Marinas del mundo con contratos históricos para la industria española–, y los nuevos retos que planteaba el sector de la defensa, pusieron a la dirección del grupo naval público ante un desafío que era al mismo tiempo una realidad: la innovación tenía que ser la pieza clave, el centro de gravedad, de un programa industrial que supera los 4.300 millones de euros de inversión


Ahí entraba en juego la transformación del astillero, de la infraestructura que dará soporte a un nuevo modelo productivo y que debía concretarse a través de varias vías. Una de ellas, la Fábrica Digital de Bloques. Esta semana, Navantia informaba del comienzo de la colocación de sus pilares. Este taller inteligente, de 45.000 metros cuadrados, será determinante para acelerar el programa de las F-110 con el que la Armada reemplazará las fragatas de la clase “Santa María” (F-80) y complementará la capacidad de las F-100, construidas en Ferrol y con base en el Arsenal local.


La nueva serie de fragatas es, como señala la compañía en su último informe de sostenibilidad, la “palanca transformadora de todo nuestro sistema industrial y tecnológico”, pues supone un “salto cualitativo” tanto en las “capacidades de la Armada” como para el “potencial tecnológico e industrial” de Navantia. Abre, a su vez, nuevas oportunidades de exportación. 


La otra vía es el gemelo digital, un diseño en el que ha colaborado muy estrechamente la Armada y que consiste en una réplica virtual del buque que se realimenta en tiempo real con datos que suministra continuamente una red de sensores repartidos por todo el barco. Esas posibilidades no solo serán de utilidad en el proceso de fabricación de las fragatas, sino también en la fase de operación y mantenimiento, navegue donde navegue. 

 

Un programa presupuestado en más de 4.300 millones de euros

 

Las cinco unidades de la serie F-110 que se fabricarán en el astillero de Ferrol suponen una inversión del Estado de más de 4.300 millones y carga de trabajo para una década, aproximadamente, además de emplear a unas 9.000 personas de manera permanente, entre personal de la empresa principal como de la industria auxiliar. 


El impacto en el “ecosistema” económico e industrial del entorno es una realidad. Sólo en el astillero de Ferrol operan cerca de 150 subcontratas, pero en el conjunto del programa están implicadas, explica Navantia, cerca de medio millar. 

F-110, la palanca del cambio de modelo productivo en el astillero de Ferrol

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