El Jofre se llenó ayer hasta la bandera en el día del patrón de la ciudad, San Xiao, una jornada especial no solo por su festividad y por la tradición de degustar el arroz con leche (se sirvieron 2.600 raciones en la plaza de la Constitución en una degustación popular, por la tarde), sino porque es día de reconocimientos, con la entrega del galardón de Ferrolán do Ano y de las Insignias de Oro de la ciudad.
Este año la gala fue diferente, con muchos presentadores, tanto del festival en general como de cada uno de los premiados; la música en directo de Nuevo Plan; y algunos toques de humor de la mano de sus presentadores, Belén Xestal y Duarte Galbán, que rompieron con la rigurosidad a la que acostumbra el evento. Eso sí, el Opa y el Aupa Racing fueron de las expresiones más escuchadas a lo largo de todas las intervenciones.
Pero ya antes de la gala en el teatro municipal, los homenajeados firmaron en el Libro de Oro de la ciudad. En un acto que tuvo lugar en el salón de recepciones del Concello, donde todas las personalidades distinguidas fueron recibidas por la corporación municipal.
Una eucaristía en la concatedral de San Xiao, presidida por el obispo de la Diócesis de Ferrol-Mondoñedo, Fernando García Cadiñanos, que también acudió posteriormente al acto en el teatro municipal, precedió a la gala de entrega de premios.
Ya en el Jofre, los galardones fueron entregados por los alcaldes de Ferrol, José Manuel Rey (con corbata verde, como no podía ser de otro modo en una jornada en la que el equipo centró la vida deportiva y social de la ciudad tanto en el Jofre como en el campo de a Malata) y de Lugo, Lara Méndez.
El primero, para el Ferrolán do Ano, el Racing de Ferrol, “en recoñecemento por unanimidade ao traballo da entidade, que tivo especial relevancia o ano pasado co regreso ao fútbol profesional e que segue a dar pasos firmes no seu proxecto deportivo que está a cumprir os soños de moitos e que tamén está a devolver a ilusión a cidade”, como se destacó antes de hacer entrega del premio.
Recogió el galardón de Ferrolán do Ano el presidente del Racing, Manuel Ansede, introducido por otra ferrolana que rompe fronteras, la incombustible Paloma Lago. El premiado, en nombre de la escuadra, agradeció a la ciudad “el apoyo y el aliento” para conseguir este premio, que ya le fue otorgado con motivo del centenario del club, hace cuatro años, “que recibimos con profesionalidad y orgullo”.
Un maestro de los fogones, Gonzalo Pérez, del restaurante Frank, fue el encargado de otorgar las primeras Insignias de Oro a dos establecimientos que ya son historia de la ciudad, A Gabeira y Casa Amador. En nombre del primero, Miguel Ángel Campos, recordó la su bisabuela Jesusa, a su abuela Pepucha y a su madre Hortensia como precursoras de lo que es hoy A Gabeira , “cocina de sabor, de producto y sin fuegos artificiales”.
Desde Casa Amador, Jorge Amador se remontó también a la historia de un local que llegó a Ferrol en 1923 de la mano de su abuelo Teodoro y que hoy va por la cuarta generación “en un mismo establecimiento a lo largo de los años, como compromiso del profundo arraigo con la ciudad”.
Para conceder la insignia de oro a la productora y directora ferrolana Chelo Loureiro subió al escenario Sonia Castelo. La homenajeada resumió su larga trayectoria profesional siempre vinculada a la ciudad y puso al público a cantar, con la interpretación de “Teño Saudade” de Andrés Dobarro, con letra de Xabier Alcalá.
También desde el ámbito de la Cultura se rememoró a otro pilar local, Guillermo Llorca, que fue introducido por el periodista Luis Fraga. Llorca incidió en que, más allá de la canción de Los Limones, él decidió quedarse en la ciudad en la que nació y tuvo palabras de recuerdo tanto para sus padres como para su mujer e hijos.
Por el escenario del Jofre pasaron también personalidades del mundo de la medicina como Ana Mariño, especialista en VIH, que valoró “o recoñecemento das persoas coas que traballas” compartiendo su galardón con el doctor José García.
El movimiento asociativo tuvo su reconocimiento en el nombre, a título póstumo, de Xosé Oreona, con una insignia que fue recogida por su hijo, que recordó el ejemplo que ha sido para él y su familia la labor de su padre, un luchador por la ciudad y por la zona rural en todos sus ámbitos.
También muy sentimental fue la subida al escenario del ahijado de Carmela Primo, trabajadora social de Cáritas fallecida hace unos meses, que recogió la insignia en su nombre y que se emocionó al recordar su compromiso diario para ayudar a los demás.
La foto de familia en el escenario del teatro municipal y la degustación de la arroz con leche institucional pusieron fin a una jornada de mañana, que no hizo sino inaugurar un intenso día festivo para la ciudad naval.