El 10 de marzo, Día da Clase Obreira Galega, es una fecha con un peso especialmente grande en Ferrol, pues marca el aniversario de las convulsas protestas de los trabajadores de la antigua Bazán que, en 1972, salieron a la calle para exigir unas condiciones laborales negociadas desde aquí; unas movilizaciones que se extendieron como la pólvora por toda Galicia y que se saldaron, tristemente, con el fallecimiento de los obreros Amador Rey y Daniel Niebla cuando la Policía disparó contra los manifestantes.
Así, como epicentro de ese germen de cambio social, la ciudad naval celebró a lo largo del día de hoy esta fecha de una forma tan ruidosa, masiva y reivindicativa, como íntima. En esta ocasión, además, el tradicional cronograma de actos se alteró ligeramente, de forma que se facilitase la asistencia de la mayor cantidad de gente posible. De esta forma, la jornada arrancó con una manifestación convocada por los sindicatos CCOO, MAS, UGT y USTG, que partió a las once de la mañana de las puertas de Navantia Ferrol. La protesta, en la que participaron varios cientos de personas, marchó por la avenida de Esteiro, continuando por la calle Ramón y Cajal de Recimil hasta llegar al monumento del 10 de Marzo.
Una vez allí, junto con numerosos vecinos y representantes de todos los grupos que componen la corporación municipal, se celebró la tradicional ofrenda floral en honor de Rey y Niebla. El alcalde, Ángel Mato, encargado de presidir el acto, señaló durante su intervención ante el afamado monolito que, como cada año, vecinos y representantes sociales, políticos y culturales se reunían allí “para facer memoria, para lembrar a aqueles que caeron asasinados en defensa da liberdade e dos dereitos dos traballadores”, así como “o compromiso de todas aquelas persoas que sufriron a represión por ter loitado por esta democracia da que agora gozamos”. “O 10 de marzo Ferrol amosa tamén o seu orgullo como cidade pioneira na loita contra a dictadura”, sentenció.
Como no podía ser de otro modo, el histórico sindicalista Rafael Pillado, fallecido recientemente a causa de un cáncer provocado por años de exposición al amianto en los astilleros de la ciudad naval, tuvo una mención especial en el discurso del regidor, que recordó que en la celebración del año pasado pudo realizar su ofrenda en compañía de este. “Hai tan só unhas semanas Ferrol perdeu a este home irrepetible e a un verdadeiro símbolo do que hoxe conmemoramos aquí”, afirmó Ángel Mato, exhortando a sus conciudadanos a que “o seu recordo, a súa loita e a súa persoa permanezan para sempre na lembranza e na memoria desta cidade”.
Finalizada la intervención del alcalde, tuvo lugar la ofrenda floral en sí, acompañada de la música del artista asturiano Antonio Seijo. BNG y MAS colocaron el primer conjunto de flores para formar la bandera de Galicia, seguidos de Ferrol en Común y USTG; PP y UGT; PSdeG y CCOO; y, por último, el propio Mato. El homenaje, de esta forma, concluyó con una entrega de claveles individual.
Tras este acto, poco después de las 12.30 horas, tuvo lugar en este mismo punto una nueva ofrenda floral, en este caso por parte del sindicato CIG. La cita, que arrancó al ritmo de la Internacional, contó, además, con la presencia del secretario xeral de la central nacionalista, Paulo Carril, que denunció el perjuicio de la nueva reforma de las pensiones en la clase trabajadora.
“Hoxe para nós é unha xornada de movilización en todas as comarcas de Galiza baixo o lema ‘As pensións non se tocan”, explicó el dirigente nacionalista, incidiendo en que en ese mismo día se anunció la nueva reforma de este sistema público, sentenciando que la misma “amplía os recortes que vimos vivindo nos últimos anos”. En este sentido, como ya había señalado el día anterior el secretario comarcal de la CIG, Manel Grandal, Carril insistió en que esta decisión repercutía, entre otros puntos, en la caída de las cuantías percibidas por sus beneficiarios, especialmente en un momento de encarecimiento del coste de vida. Por último, el secretario xeral puso en valor los resultados del “sindicalismo combativo e movilizador”, ejemplificado en el aumento salarial registrado en Galicia y superior a la media estatal, e hizo un llamamiento al resto de centrales para que “abandonen a política sindical de renuncia, de mendigar á patronal acordos que se sustentan sobre premisas que desligan a revisión salarial do IPC” en favor de los beneficios empresariales y que “volvan á rúa”.
Ya por la tarde, a partir de las 19.30 horas, tuvo lugar la segunda protesta de la jornada, que también logró congregar a varios cientos de personas. La manifestación, como en años anteriores, partió de la sede ferrolana de la CIG para recorrer las calles del centro histórico de la ciudad naval, para concluir en el Cantón de Molíns, donde se realizó una última concentración.
Por otra parte, la Confederación de Empresarios de Ferrol, Eume y Ortegal (Cofer) quiso sumarse a los actos de homenaje del Día da Clase Obrerira Galega con un mensaje de unión en favor del entendimiento entre patronal y sindicatos.
Por medio de un comunicado, el presidente de la entidad, Cristóbal Dobarro, defendió que “en el contexto de la democracia, este diálogo y los derechos humanos deben prevalecer sobre cualquier ideología”.