La entidad que hoy es Xeración, coordinada por Fran Sequeiro, se gestó hace siete años y actualmente es la única de la comarca acreditada para ofrecer proyectos europeos de movilidad internacional. Se trata de una iniciativa que ha dado pasos enormes desde su nacimiento, habiendo sido galardonada por sus buenas prácticas, pero que aún se enfrenta a desafíos que involucran a la juventud de la localidad.
“La idea es intentar favorecer la movilidad de gente joven, entre 18 y 30 años, en proyectos que son accesibles a casi cualquiera”, relata el responsable, quien explica que los gastos de este tipo de experiencias están cubiertos y el único requisito es dominar un nivel mínimo de inglés. Por este motivo, la entidad desarrolla buena parte de sus actividades en esta lengua, lo que puede ser, según el caso, un atractivo o una barrera que quieren levantar.
En este sentido, uno de sus retos es animar a quien se sienta interesado a perder la vergüenza y asistir a las actividades solo, aunque no domine el idioma. Precisamente, “ofrecemos la posibilidad de aprender inglés y practicarlo en un contexto más informal que una academia”.
Así, aparte de ofrecer actividades alineadas con su filosofía, como “la lucha contra la basura en las playas o contra el monopolio del eucalipto”, advirtió Fran Sequeiro, también persiguen el empoderamiento juvenil. Es decir, “poder facilitar, tengan estudios o no, adquirir habilidades y experiencias en el extranjero, en un contexto multicultural”. Se trata de destrezas útiles tanto en el ámbito laboral como personal, tal como indica el coordinador, “por eso trabajamos cosas como el tema de poder hablar en público o la creatividad”.
“Fue una iniciativa que empezamos tres amigos que habíamos participado en proyectos de voluntariado fuera” y que quisieron replicar ese tipo de propuestas en su localidad. Esa “idea un poco peregrina”, en términos de Sequeiro, consiguió al cabo de un año su primera oficina en Narón. “De Freixeiro nos fuimos a la Casa da Mocidade de A Gándara y desde 2018 estamos aquí en la Casa da Xuventude de Ferrol”.
Hace alrededor de diez años, obtuvieron una cooperación con Italia y Grecia de dos años “que fue un impulso súper grande para la entidad”, de la misma manera que lo fueron los primeros voluntarios recibidos en 2015. Cada vez se fueron sumando más proyectos y más gente hasta convertirse en “una de las entidades acreditadas de referencia a nivel gallego cuando quieres buscar proyectos europeos de movilidad internacional”. De hecho, “recibimos bastantes consultas de gente de toda Galicia”, declaró el responsable.