Hay muchas formas de vivir las fiestas de Ferrol. Hay quien no se pierde el bullicio estival de sus calles, el ambiente nocturno, su riqueza gastronómica y barista, y hay quien sigue al dedillo todo el programa de festejos, sin perderse ninguna de las citas.
Algunos solo van a los conciertos, otros aguardan por la mítica verbena y hay quienes se quedan con las propuestas infantiles –más escasas este año–, pero una de las referencias de las fiestas de Ferrol son sus fuegos, los dispositivos pirotécnicos que se lanzan el día de San Ramón. “Yo, que vivo en Sillobre, no me pierdo nunca los fuegos de Ferrol, vamos toda la familia”, explica Elvira Fernández, quien sostiene que del resto del programa ni se entera, pero el día 31 siempre van a la urbe naval a disfrutar con sus fuegos y así lo harán también en esta ocasión.
Un año más, de la puesta en escena de las bombas de fin de fiesta se ocuparán los expertos de la pirotécnica Millarengo, que lleva años encargándose de este momento final de los festejos.
Desde la compañía nedense, por la que han pasado ya seis generaciones de “fogueteiros” –una acepción que queda algo desfasada si se tiene en cuenta que no se emplean mechas y que todos los espectáculos como los de San Ramón se controlan por ordenador–, explican que este año el espectáculo tendrá la misma duración que en 2023. Asimismo, si la pasada campaña la novedad fue incorporar fuegos con los colores del ascendido Racing, este año lo novedoso es que algunos de los cohetes se lanzarán desde una batea, siendo visibles desde los lugares de siempre.