La botadura de la cuarta y, por el momento, última de las fragatas de la serie F-100 completa, que ayer se desarrolló ante la presencia de medio millar de personas, tiene para la Armada un contenido especial y por partida doble. Por un lado, el hecho de que pone fin a un programa de trabajo que ha tardado casi diez años en desarrollarse y que le permite contar con los buques de guerra más avanzados del continente europeo. 

Por otro, el que la madrina de la fragata “Méndez Núñez” haya sido la viuda del capitán de navío Manuel Martín-Oar, el primer español muerto en la guerra de Irak. Izar situó en un 80 el porcentaje de construcción del nuevo navío en el momento de su botadura, cifra que se obtiene de la aplicación del sistema de construcción integrada que se desarrolla en el astillero ferrolano. 

Estos datos y el hecho de que la serie sea considerada como un proyecto clave para el desarrollo de otros proyectos, como fragatas más pequeñas y corbetas, que incorporarán, como éstas, el sistema de combate Aegis. 

La cita sirvió para avanzar que el próximo proyecto de la compañía, la construcción del mayor buque anfibio con que contará la Marina Española dará comienzo en el primer semestre de 2005. El Buque de Proyección Estratégica (BPE), que cuenta con un presupuesto superior a los 300 millones de euros y cuya orden de ejecución se firmó en marzo pasado, se encuentra ya en fase de proyecto funcional.