La Real Academia de Belas Artes acordó la concesión de la medalla de plata Marcial del Adalid a José Manuel Couce Fraguela, que se entrega este domingo en el Jofre a las 12.00 horas. Además de valorar sus méritos en la rondalla y otras agrupaciones, el premio se deriva de su obra como compositor.
Títulos como “Ven señora, cantemos este vals”, “Promesa” o “Amor por sempre amor” acompañan las melodías creadas por Couce Fraguela, que muchas veces se inspira, precisamente, en la letra que realiza el poeta. Asimismo, algunos de los temas más sonados, que fueron interpretados por la rondalla que fundó el compositor, son “Olliños de mel” o “Nas ondas do mar”.
“En parte, es un reconocimiento a la tradición popular ferrolana, que no era muy reconocida por la Academia”, señala el artista. Sus aptitudes para la música se demostraron desde temprana edad. Cantó como solista en la Coral Polifónica de Bazán, bajo la dirección del sacerdote conocido como Padre Fanego, y pronto empezó a participar en concursos de la radio.
Estudió piano y solfeo con Mauricio Farto, pero antes recibió sus primeras lecciones de guitarra con Paco Peinado, “que tocaba de oído y enseñaba a gente”, rememora Couce. El artista continuó aprendiendo por otras vías hasta terminar dando clases de este último instrumento durante alrededor de 13 años en el colegio Lestonnac.
También fue guitarrista y cantante en el grupo Los Players durante 23 años, hasta que “cumplidos los 40, Antonio Gómez, que entonces era el presidente del Club de Campo, me dice que por qué no me animo a hacer una rondalla”, relata Couce Fraguela.
“Cuando empecé en esta agrupación, las rondallas en Ferrol solo cantaban música de Pepitas y yo vi que había más potencial”, indica Couce Fraguela, que aún así, no dejó de lado este tipo de canciones, sobre todo con vistas a mostrar “lo que se hacía en Ferrol el día 18 de marzo”, continúa. De todos modos, el homenajeado considera que la variedad de estilos resulta más amena para el espectador, por lo que disfruta interpretando desde boleros, pasando por ritmos sudamericanos hasta la zarzuela, por ejemplo.
De sus 35 años como rondallista, el músico también compaginó gran parte con la dirección de la Coral Polifónica Ferrolana. “Nunca tantas agrupaciones hubo en Ferrol”, apunta Couce Fraguela, que ve futuro en la tradición de las rondallas, aunque venga por parte de gente que se va jubilando, en lugar de las nuevas generaciones.