El último carbón se quemará en As Pontes este verano y entonces la central térmica echará el cierre definitivo y se desmantelará una infraestructura que ha hecho del municipio su seña de identidad durante décadas.
El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha autorizado definitivamente la solicitud de cierre de la central termoeléctrica de As Pontes, presentada por la empresa propietaria, Endesa, una vez que
se cuenta con el informe favora ble de Red Eléctrica de España sobre la compatibilidad de dicho cierre con la seguridad de suministro del sistema eléctrico.
El BOE daba cuenta en su publicación de ayer de esta disposición que tiene su origen en la solicitud, ya en el año 2019, por parte de Endesa, de proceder al cierre de los grupos 1, 2, 3 y 4 de la central antes de finalizar junio de 2021. La situación mundial cambió y el contexto energético con las tensiones ocasionadas por la
guerra de Ucrania y el impacto de los precios prolongó el funcionamiento de la térmica.
Ahora, tras la estabilización de estos mercados, la Red Eléctrica ha emitido un nuevo informe que constata la compatibilidad del cierre con la seguridad de suministro eléctrico y se apunta que “se considera que actualmente se cumplen las condiciones que hacen viable el cierre de todos los grupos de carbón de As Pontes”.
El cierre deberá realizarse en As Pontes en el plazo de doce meses contados a partir de la fecha de la resolución y se procederá, asimismo, a la cancelación de la inscripción en el registro de instalaciones de producción de energía eléctrica, quedando indisponibles en el plazo de doce meses los cuatro grupos de la térmica.
Posteriormente, Endesa dispondrá de un plazo máximo de tres años a partir de la fecha en la que el cierre de los grupos se haga efectivo para proceder al desmantelamiento de la central.
El futuro de As Pontes no se acaba con la central y ya están en marcha planes para la reconversión industrial de la zona, que prevén desde el Ministerio de Transición Ecológica una inversión superior a los 2.500 millones de euros, que generarían más de 1.300 empleos directos.
Se han puesto en marcha, de este modo, programas de apoyo para proyectos energéticos “innovadores” que cuentan con fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, priorizándose en los concursos de acciones aquellas propuestas situadas en zonas con centrales en proceso de cierre, como la de As Pontes.
Así, ya se ha concedido una ayuda de 15 millones a la primera fase del proyecto H2Pole de EDP y Reganosa, que prevé la construcción de una planta de producción de hidrógeno renovable, con una inversión de 156 millones y la creación de un centenar de empleos –entre directos e indirectos– en la fase de explotación,
como se indicó desde el Ministerio que dirige en funciones Teresa Ribera.
Además, se están apoyando proyectos municipales, como el desarrollo de un centro logístico en el polígono industrial de Penapurreira, que daría servicio a las empresas con problemas de almacenaje y al transporte por carretera afectado por el cierre de la central, y que ha sido adjudicado a través de una convocatoria
en 2021.
Las ayudas a infraestructuras ambientales, sociales y digitales, han supuesto ya 6,8 millones a otros 11 proyectos. Así, Moeche desarrollará un Centro de Desarrollo Económico y Social de la mano de asociaciones locales; As Somozas rehabilitará las antiguas escuelas municipales para vivienda social y equipamiento sociocomunitario; Cabanas creará un espacio de coworking para emprendedores y microempresas, y Cerdido, Mañón, San Sadurniño, Ortigueira, Vilalba y Xermade desarrollarán diversos proyectos.
En la misma línea, están en valoración las ayudas del Gobierno a proyectos de inversión empresarial, dotadas con 50 millones de euros.