El sector del marisqueo de la ría de Ferrol sufrió hoy un nuevo mazazo, tras anunciar el Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño de Galicia (Intecmar) que se han detectado altas concentraciones de toxina en las bateas de la ría de Ares y en la del puerto exterior de Ferrol. Tal y como detalló el patrón mayor de la Cofradía de la ciudad naval, Gustavo Chacartegui, el organismo se puso en contacto durante la mañana de ayer con el biólogo del pósito para comunicarle los resultados de la última analítica y, con ello, el “cierre” temporal de esta infraestructura.
La decisión, como señaló Chacartegui, afectaría principalmente a los profesionales de Ferrol y Barallobre que operan en la zona de O Couto, que desde el pasado 16 de enero tienen que llevar el marisco capturado a la batea a depurar. Y es que, como se anunció en su momento, los niveles de contaminación detectados en la zona, derivados de los problemas de saneamiento del concello de Neda, obligó a la Xunta a considerar dicha área como de categoría C, pese a seguir manteniendo la de B. Esto se traduce en que todo el género debe ser tratado en la batea antes de poder ser vendido para su consumo. El patrón mayor recordó, asimismo, que esa zona es frecuentada sobre todo por los mariscadores de cierta edad, que ahora no podrán, al menos durante una semana, dar salida al fruto de su trabajo.
Así, desde la Cofradía se ha vuelto a señalar al gobierno local de Neda como el responsable de esta situación, anticipando que llevarían a cabo las acciones judiciales que sean necesarias para que se repare el perjuicio que están sufriendo estos socios de ambos pósitos locales.