Las Meninas de Canido alcanzan este viernes las diez ediciones. El evento, impulsado en el año 2008 para llamar la atención sobre el estado de deterioro del barrio, se desarrollará durante todo el fin de semana y contará, además de con la participación de los artistas que dejarán su particular interpretación del cuadro de Velázquez en algunas de las fachadas del barrio, con una serie de actividades paralelas entre las que se incluye el último concierto de las fiestas de verano de la ciudad, Siniestro Total.

Treinta artistas participan en esta edición, un número más elevado del previsto inicialmente debido, explica su promotor, Eduardo Hermida, a la consecución de nuevos espacios cedidos por los propietarios de las Viviendas de la Marina.

Aunque oficialmente comienzan el viernes, alguno de los participantes ya inició ayer su trabajo. Es una de las personas que proceden de fuera de Galicia. “Este año vienen de Utah, Uruguay, Málaga, Madrid, Barcelona... En esta edición ya son más los participantes de fuera que de aquí”, asegura Hermida.

Programa variado
Este año, las Meninas de Canido están enfocadas desde una perspectiva más femenina, aunque, recuerda el alma máter del evento, “la realidad es que a lo largo de nuestra historia han sido más las mujeres que los hombres participantes”. Con todo, para esta edición se ha reforzado esta presencia. “Empezando por el cartel –obra de María Maquieira–, pasando por el número de mujeres que protagonizarán esta edición y con una idea clara, que es reconocer el papel de las mujeres que contribuyeron a hacer de Canido lo que ha sido a lo largo de su historia y lo que es hoy”, explica Hermida.

A día de hoy, las Meninas son mucho más que pintura. Mucha música, performances, fotografía, proyecciones –“89 seconds at Alcázar”, de Eve Sussman, cedido por el CGAC– instalaciones –como la de Iria Castelo en el Museo de Historia Natural– monólogos –Isabel Risco en su papel de Nabiza Girl–,talleres de sombrerería –Polita Hats–, de restauración y reciclaje creativo con Lolenka Pedreira, e incluso de preparación de galletas...

“Este es un evento multidisciplinar”, sostiene Eduardo Hermida, “que no solo se centra en la pintura mural, sino que también hay escultura, fotografía... Muchas disciplinas y formas de expresión: las paredes de este barrio, pero también los ecos de sus plazas y calles, son un soporte maravilloso para la creación”.