La mortalidad de los bivalvos que se han enviado a las bateas de reinstalación de la zona de San Carlos no llega al 2% del total, según los datos facilitados por la Consellería do Mar, correspondientes a las tres primeras semanas de esta campaña que, por primera vez, se realiza en los meses de verano.
El porcentaje, sin embargo, es desigual en las tres especies que hasta ahora se han trasladado a las estructuras del canal de la ría de Ferrol, como también lo es el volumen de cada una de ellas.
Entre los días 2 y 18 de este mes se han reinstalado 2.379 kilos de bivalvos, principalmente berberecho (1.715 kilos) extraído en su totalidad por las mariscadoras de la cofradía de Cedeira en la playa de Vilarrube; almeja japónica (609 kilos recolectados por los socios del pósito ferrolano y 51 por el de Barallobre) y fina, en este caso extraída, y en muy poca cantidad (menos de cuatro kilos) por un socio de Curuxeiras.
Por mortalidad, la especie que resiste mejor las condiciones de la batea es la almeja japónica, pues solo ha muerto 1,8 kilos de los 609,2 extraídos por los mariscadores de Ferrol, y apenas 300 gramos de los 51,2 kilos que en esas tres semanas enviaron los profesionales feneses. En total, ha muerto solo el 0,3% de toda la japónica, mientras que del berberecho de la playa de Vilarrube que trabajan las 13 mariscadoras a pie de la cofradía de Cedeira apenas se ha perdido el 2,4%.
Más preocupante, aunque la cantidad que se ha enviado es testimonial, es el caso de la almeja fina. Se han trasladado a la batea 3,75 kilos, que han muerto en su totalidad.
Este es el primer año desde que el sistema de reinstalación se puso en marcha (2012) que funciona en los meses de verano. Tras realizarse una prueba el año pasado y constatar que la mortalidad era baja, Mar acordó con los cinco pósitos afectados (además de estos tres de la comarca, los de Miño y Corcubión, que sin embargo no la han usado aún) abrirla como experiencia piloto.