“El cuerpo tiene memoria” es el título de un libro y también un hecho que quiere demostrar su autora, Natalia Seijo, a través de una presentación particular. El jueves, a las 19.00 horas en la Central Librera de la calle Dolores, tres mujeres acompañarán a la responsable del texto para contar sus historias personales y cómo la terapia psicológica mejoró los síntomas físicos de cada una.
Los casos reales que darán sentido al acto, y a los que se dedica el libro, padecen artritis reumatoide, fibromialgia y lupus eritematoso sistémico. Estos afectan a tres personas concretas que le permitieron reflejar sus nombres en el ejemplar, aunque este incluye multitud de ejemplos anónimos que han pasado por la consulta de la profesional.
La autora explicó que el contenido trata de “entender cómo el cuerpo tiene memoria, que lo que nos ocurre en la vida tiene sus repercusiones también en el cuerpo”, que acaba por expresar sus propias necesidades a través de síntomas psicosomáticos o enfermedades autoinmunes. “No quería que fuese solo un libro de autoayuda, quería que las personas pudieran entender cómo pueden llegar a desarrollar síntomas psicosomáticos”, adelantó Seijo, aclarando que el lector “no va a encontrar ideas mágicas ni soluciones perfectas”.
Así, se trata de un volumen informativo, que se debe interpretar como “complemento a todo el tratamiento médico”, de forma que se aúne “la parte física con la psicológica y emocional”. La primera especialidad en la que se volcó la psicóloga, y que continúa siendo una de las vértebras de su oficio, fueron los trastornos alimentarios, un tema por el que ya se interesaba durante su formación en la Universidade de Santiago de Compostela.
“Mi desarrollo profesional ha ido enfocado mucho al cuerpo”, explicó la autora, que lleva 25 años trabajando como psicoterapeuta. Esta trayectoria laboral la condujo a dedicarse, sobre todo, a personas con enfermedades autoinmunes, psicosomatismo y trastornos alimentarios. En consecuencia, “el libro supuso el colofón de todo eso que a mí me costó tantos años entender” y que “aquellos que me han pedido ayuda han podido comprender conmigo”. Por lo tanto, el texto recopila “la valentía de muchas personas que se han enfrentado a estas enfermedades y hoy en día están bien”, apuntó.
La clave de la curiosidad reside en comprender “cómo alguien puede enfermar tanto a nivel físico, si no le pasa nada a nivel orgánico”, manifestó Natalia Seijo. A lo largo de su experiencia, observó el patrón común entre estos pacientes, el trauma, que existe “porque te pasa algo, como un accidente de tráfico, o problemas aún más graves, como abusos; aunque también hay personas que no les ocurrió eso, pero tienen familias complicadas y mucho también venía de ahí”, señaló la profesional.
“La cabeza no puede entender lo que le pasa al cuerpo, pero este retiene toda esa historia del pasado”, explicó. Los síntomas son la parte visible de todo un proceso que “no se puede solventar o mejorar si no hay un esfuerzo detrás”. Asimismo, Seijo es consciente de que los pacientes que empiezan en terapia sacarán a la luz “un montón de defensas” porque “es duro tocar algo que te duele tanto”, expresó.
La psicóloga utiliza el enfoque terapéutico EMDR (Eye Movement Desensitization and Reprocessing), consistente en que “a través del movimiento de los ojos reprocesas el trauma”, de manera que este deje de angustiar. “Sigue estando ahí, pero a ti ya no te molesta, lo metes en el cajón de los recuerdos procesados y es uno más en tu vida”, argumentó.
Natalia Seijo, ferrolana, está en proceso de trasladar su puesto de trabajo al número 1 de la calle Real. Forma parte de un equipo de diez profesionales que se agrupan en un nombre que lleva sus iniciales, NS Centro de Psicoterapia y Trauma.
Aparte de los tres pilares fundamentales en los que se especializó la psicóloga, la psicosomática, los trastornos alimentarios y las enfermedades autoinmunes, en la clínica también se centran en el trabajo del trauma complejo, el apego y la disociación.
La especialista es supervisora y “trainer” de EMDR, por lo que imparte formaciones y conferencias por todo el territorio nacional e internacional. Asimismo, la profesional es codirectora del máster en Trastornos de la Conducta Alimentaria de la Universidad Complutense de Madrid, además de docente en la UNED de Trastornos Psicosomáticos y de Abordaje del Trauma en la Universidad Católica de Valencia.