Los desbroces y limpieza de cunetas son uno de los servicios más importantes en el término municipal de Ferrol, tanto de cara a ofrecer seguridad a los vecinos de la zona rural que deben circular a diario por estas carreteras, como para sanear los accesos a espacios naturales como playas –con el consecuente impacto en el turismo local– y para reducir al mínimo el riesgo de propagación de incendios. Así, esta prestación y cuándo se ejecuta ha sido desde hace años una constante en los debates plenarios ferrolanos –incluido el modelo de ejecución de los mismos, con grupos políticos defendiendo la gestión privada y otros la remunicipalización del servicio–.
De este modo, el gobierno local, de cara a evitar las mismas críticas que realizaba cuando estaba en la oposición, decidió “hacer los deberes” con tiempo, iniciando el proceso de licitación el pasado mes de diciembre para contar con un amplio margen de actuación de cara al verano. Sin embargo, como detallaron a este Diario tanto fuentes municipales como vecinales, una serie de imprevistos han trastocado los planes del Consistorio.
Tal y como explicó en su momento el presidente de la Agrupación de Veciños do Rural, Manuel Sendón, el primer problema en el proceso vino tras concluir la licitación del servicio. Al parecer, una de las empresas que habían optado al contrato y que no había sido seleccionada –supuestamente por no cumplir con los requisitos exigidos– denunció el procedimiento, que tuvo que ser paralizado mientras se resolvía la disputa.
Esta coyuntura duró varios meses, pero finalmente fue solventada a tiempo para la temporada veraniega. Es aquí donde se presenta el segundo problema. Y es que, a comienzos del pasado mes de julio, ante el retraso de los trabajos, desde el Concello se señaló que había existido este conflicto, pero que ya se había resuelto y que se procedería a la formalización del contrato antes de mediados de mes para comenzar los trabajos lo antes posible. Lamentablemente, hace escasos días, aun habiendo firmado ambas partes, dicha compañía se declaró, por una serie de circunstancias, incapaz de realizar estas labores.
De todos estos pasos se fue informando periódicamente a las asociaciones vecinales, pero, ante esta nueva coyuntura, el gobierno local convocó durante la tarde del pasado miércoles a los representantes de todas las entidades de habitantes del rural para ponerles en situación, además de organizar un segundo encuentro durante la jornada de ayer con otras empresas para lograr encontrar una solución al problema de los desbroces antes de que finalice el verano.
“Yo me imaginaba que debía ser un problema de desbroces, porque tenían que haber empezado la semana pasada y no se iniciaron”, explica Manuel Sendón, detallando que, según le había comentado gente del entorno de la empresa, esta supuestamente se encontraba cerca de entrar en concurso de acreedores –este punto no confirmado por el Concello–. De hecho, consultando en la Plataforma de Contratación del Sector Público se puede observar que la adjudicación a la empresa Jardincelas se realizó el 21 de junio, formalizándose el 19 de julio. No obstante, como recogen medios locales del área metropolitana de A Coruña, la compañía mantiene desde hace meses un conflicto laboral con sus empleados por el impago de nóminas, lo que parece confirmar su delicada situación económica –la propia firma admitió este hecho, señalando como culpables a los Concellos de Culleredo y Cambre, los cuales supuestamente le adeudan un millón de euros–.
A este respecto, Sendón apuntó a que desde el gobierno local se está tratando de “anular” el contrato para poder buscar una alternativa en un plazo de aproximadamente una semana. “La Agrupación lo ha entendido, no es un problema de dejadez del Concello o el concejal porque el contrato estaba prácticamente adjudicado en el mes de abril (...) y ahora se han encontrado con esta situación que no la esperaba nadie”, sentenció el presidente de la entidad.
No obstante, aun mostrándose comprensivo con esta coyuntura, Manuel Sendón no restó gravedad a la situación, alertando de que “hay pistas que están ya muy cerradas” por la maleza. A este respecto, el representante vecinal insiste en que la preocupación de los vecinos es principalmente de seguridad y no tanto de la afectación que pueda tener, por ejemplo, en los accesos a las playas. “Los que vivimos en la zona rural y tenemos que pasar por las pistas ya prácticamente no vemos las cunetas, y eso ya cuando no se encuentran dos coches”, lamenta, incidiendo además en el riesgo añadido de quienes se aventuran por estos viales caminando.
Por su parte, desde el gobierno local se señaló que la empresa en su momento “cumplió con la documentación requerida” y que los servicios de contratación municipales no encontraron ningún indicio de que tuviese algún problema. Tras comunicar la compañía “ciertos obstáculos que le impiden el inicio inmediato de la prestación del servicio”, el gobierno local “está trabajando intensamente” para poder realizar los desbroces lo antes posible.