La piedra histórica de las aceras de la calle de la Iglesia está siendo numerada y retirada desde el cruce con San Diego con el fin de conservarla y trasladarla a la zona del entorno de la concatedral de San Xiao, ya que en el vial que se está urbanizando se colocarán losas de granito en la acera.
La nueva zona de la calle dedicada al peatón contará, de hecho, con aceras de cuatro metros de ancho, lo que ampliaría en 2,4 la actual.
Así lo explicó ayer el edil de Urbanismo, Julián Reina, tras una visita a la zona de obras para ver el avance de las mismas, que han pasado ya a un nuevo tramo, desde Méndez Núñez a Sánchez Barcáiztegui.
Las piezas de granito antiguas que se van retirando permiten que en el espacio de las aceras se puedan reponer las conexiones y comenzar el trabajo de relleno hasta alcanzar la cota óptima y entonces se construirá la base de hormigón previa a la colocación de las nuevas losas.
En cuanto al hormigonado de la calzada, se sigue avanzando en nuevas manzanas, concretamente entre Méndez Núñez y Sánchez Barcáiztegui. Se está procediendo al volcado del material sobre una malla de hierro y a su estabilización y nivelado.
Estos avances han implicado nuevos cortes de tráfico en el vial, que ahora afecta al cruce con Sánchez Barcáiztegui, por lo que los vehículos que circulen por esta vía deben girar a la derecha por la calle Magdalena y aquellos coches que salgan del parking de A Magdalena tendrán que hacerlo por Sánchez Barcáiztegui en dirección subida hasta la calle Magdalena y entonces girar a la izquierda.
La obra, que supondrá la humanización de toda la calle de la Iglesia, avanza lentamente, debido, entre otras cuestiones, a las condiciones meteorológicas de las últimas fechas.