El programa de las fragatas F-110, uno de los más importantes en la actualidad para Navantia, alcanzó el pasado mes de octubre un nuevo hito con la superación de tres de los equipos principales de los buques de la prueba de choque. De ello informó ayer el grupo naval público, señalando que este nuevo paso no solo es de gran importancia para el contrato en sí, sino también para su planta de Motores.
Y es que, además del cuadro eléctrico principal y la purificadora de combustible, esta prueba también fue superada por su motor diesel generador “encapsulado”, de diseño y fabricación plena de Navantia. De este modo, los tres equipos obtuvieron una certificación de choque equivalente a la norma británica y la MIL estadounidense.
Tal y como explicó el grupo naval por medio de un comunicado, las pruebas tuvieron lugar el pasado 20 de octubre en las instalaciones de Limehillock, en Escocia, de la firma Thornton Tomasetti Defence. Los equipos, instalados en la barcaza “Shock Test Vehicle 02”, se sometieron a tres detonaciones de carga submarina de “severidad incremental”.
Asimismo, el examen contó con la presencia de representantes del grupo naval, de las empresas Rolls Royce, Elisnsa, Alconza y Element, y del Ministerio de Defensa –principalmente de la Dirección General de Armamento y Material, responsable de este programa–, así como un asesor canadiense. Las pruebas de choque continuarán a finales del presente mes con el motor eléctrico propulsor y el convertidor de frecuencia de las fragatas.
El Congreso de los Diputados aprobó ayer por una amplia mayoría una Proposición No de Ley (PNL) impulsada por el grupo Sumar para instar al Gobierno central a que fortalezca y modernice las diferentes factorías de Navantia. La propuesta, apoyada por todas las formaciones excepto Vox, busca que el Ejecutivo ponga en marcha un nuevo plan estratégico para el grupo naval que, entre otros puntos, tenga en cuenta la crisis climática y la sostenibilidad en su procesos constructivos.
Así, desde Sumar se defendió que Navantia “no puede ser una historia que recordemos con nostalgia, sino una empresa que mencionemos con orgullo”, poniendo en valor su actividad frente a “modelos de monocultivo económico como el turismo”. De igual modo, se insistió en la necesidad de “regenerar la industria naval”.