Más de medio millar de buques –509 en concreto– han operado en la terminal de gas natural licuado (GNL) que Reganosa tiene en Mugardos desde que se puso en servicio, en 2007, ocho años después de que Roberto Tojeiro, con el apoyo de la Xunta, fundase una empresa que en esta última etapa ha dado pasos acelerados en su proceso de internacionalización: más de una cuarta parte de los ingresos del grupo –es la primera vez que pasa– proceden de la actividad en el extranjero.
La compañía, primera multinacional gallega del sector de la energía, llega a este aniversario tras haber marcado un récord de operaciones en su planta mugardesa el año pasado: 29 descargas y 22 cargas, un balance que confirma la tendencia alcista de los últimos tiempos. Así, de 2017 al pasado ejercicio, la terminal acumula seis años consecutivos e ininterrumpidos de crecimiento. En el curso actual, su situación está en sintonía con el resto del sistema gasista español, es decir, estable y con cierta tendencia a la contracción en relación con el año pasado.
En lo que respecta a su operativa diaria, este año se han dado múltiples picos diarios del 100% de su capacidad de funcionamiento, aunque la media a la que la planta está regasificando se sitúa en torno al 55% de su máximo. Con todo, se encuentra todavía muy por encima de la media del conjunto estatal (24%), solo superada por Bilbao (63%). Tanto Huelva (23%) como Sagunto (21%), Cartagena (19%) y Barcelona (10%) están por debajo. En ese sentido, la otra instalación de este tipo que existe en España, Musel E-Hub, en Gijón, tiene un estatus de planta logística con regasificación condicionada a la red y, por lo tanto, no pertenece al régimen general de terminales.
La actividad de los más de 500 gaseros que han operado en las instalaciones de Reganosa en la ría de Ferrol se ha traducido en más de 340 teravatios hora (TWh) –un billón de vatios hora– que han entrado en Galicia a través de la terminal mugardesa. Sumados a los 22,77 TWh que se han cargado en barcos, son casi 365 TWh los que se han gestionado en la planta. Esta cifra es la equivalente al consumo eléctrico anual de 90 millones de hogares.
El sector doméstico es precisamente uno de los que más ha cambiado en estos años. Hoy en día, 326.000 viviendas de la comunidad autónoma consumen gas natural, es decir, más del 30% del total. En el momento en el que se puso en funcionamiento la terminal de Mugardos, el índice de gasificación en Galicia apenas superaba el 6%.
El impacto de Reganosa ha alcanzado también a las industrias del sector. De hecho, la terminal sostiene la potencia conjunta de las instalaciones que Endesa posee en As Pontes (850 MW) y Naturgy en Meirama (400 MW), que, como se recordará, actúan como respaldo de las renovables y han permitido dejar de quemar carbón.
Pero no solo estas dos. Reganosa ha posibilitado que grandes industrias se cambiasen al gas natural, evitando que en los últimos diez años se emitiesen a la atmósfera más de 410.000 toneladas equivalentes de dióxido de carbono.
Mientras consolida su actividad original –y principal–, la compañía sigue dando pasos en una doble vía: la internacionalización y la diversificación. En la primera cabe destacar que, por primera vez en su historia, los ingresos que proceden de la actividad en el extranjero superan la cuarta parte del total de la facturación del grupo, según datos al cierre de 2023.
Reganosa está o ha estado presente en cerca de una treintena de países de cuatro continentes, es líder mundial en O&M (Operación y Mantenimiento) de terminales de terceros, con contratos destacados como los de Kuwait y Filipinas y operaciones de terminales energéticas en Malta, Italia, Alemania y Ghana. Además, está implicada en proyectos de renovables en Grecia y Alemania.
En cuanto a la diversificación, ha puesto el foco en proyectos relacionados con la transición energética en Galicia que tienen un carácter estratégico, como el hidrógeno verde, la economía circular o la digitalización, y ha sacado al mercado la app Oiio, que permite ahorros de alrededor del 23% en la factura eléctrica.