A las 11.00, la furgoneta de la delegación de Ferrol del Banco de Alimentos Rías Altas (Balrial) ya estaba en las inmediaciones del concello. Media hora más tarde, los voluntarios solo tenían palabras de agradecimiento para los ferrolanos –y los turistas– que hicieron un hueco en su mañana para aportar lo que pudieron.
Un monovolumen puso los cuatro intermitentes. Abrió el maletero –los asientos de atrás iban abatidos– y su conductora comenzó a descargar bolsas. Ella no dudó, ya que, para quien pueda, “este es el momento de gastar el dinero”.
Asimismo, un grupo de burgalesas había escogido la ciudad naval para pasar este puente. Ellas, a través de las redes sociales, se informaron de cómo podían sumarse a esta causa. Así, poco después de que los voluntarios del Banco de Alimentos se establecieran en la plaza de Armas, llegaron ellas. “Hay que pensar en uno mismo, en cómo estaría si me llegase a pasar algo así”, expuso una del grupo.
La mañana se saldó con una furgoneta “que iba hasta arriba”, explicaron los trabajadores que, a su vez, pusieron en valor la gran solidaridad que ha demostrado tener Ferrol.
El buen ritmo de hoy ahora se convierte en un reto, ya que desde la asociación han habilitado tres días –lunes, martes y miércoles– para recibir todo tipo de ayuda en su almacén del polígono de A Gándara.
Y esto es aún más meritorio si se conocen los entresijos de esta iniciativa. “Nos dedicamos a molestar durante el festivo”, comentan los participantes, “hasta que a las 23.00 horas tuvimos el visto bueno para que hoy podamos estar aquí”.
Doce horas después ya estaban a pleno rendimiento en el centro de la ciudad y la jornada se saldó con casi dos furgonetas en las que ya no entraba nada más que “un millón de gracias”.
Una de las cosas en las que más incidieron desde el Banco de Alimentos es en la necesidad de hacer la cosas bien, de la mano de grupos que –como ellos– tengan una red de transporte efectiva y que sean especialistas en el área.
Esto, por ejemplo, lo han llevado a cabo asociaciones de vecinos como la de Caranza. Todo el material que se recoja en el centro cívico del barrio se gestionará en conjunto con lo recaudado en el almacén de Narón.
Además, Balrial avanza que está previsto que esta misma semana se comience a fletar camiones que lleven los recursos a Valencia lo antes posible.